domingo, 24 de junio de 2012

La corrupción avanza

Creo que el Consejo del Poder Judial es una institución prescindible, pues para sancionar a los miembros de la judicatura se podría hacer como con cualquier otro funcionario: por medio de un estatuto reglado. De esta manera nos ahorraríamos un buen dinero, como nos lo ahorraríamos si no hubiese Senado, Diputaciones provinciales, "embajadas" de las Comunidades Autónomas, algunas altos puestos de la Administración, etc. 

La corrupción en el Consejo del Poder Judicial ha escandalizado más, si cabe, a pesar de su limitada cuantía, por tratarse de jueces, fiscales y abogados los involucrados. Por ahora parece que solo el que fue su presidente, pero se habla de que los dispendios en dietas y viajes eran corrientes entre los demás miembros de aquella inútil institución. Creo que todos debieran dar cuentas, que el Ministro de Justicia debiera hacer resplandecer la verdad, aunque no lo espero. Existe una legislación en materia de dietas y desplazamientos que los miembros del Poder Judicial se saltan olímpicamente.

Que en España hemos llegado a unos niveles altos de corrupción parece una verdad sabida por todos: pero no quiero hablar solo de los corruptos en el campo de la política, sino de los corruptos en la construcción, en el deporte, entre los funcionarios, en la banca, entre los empresarios, en el cuerpo social en su conjunto. En la política parece que la palma se la llevan los Ayuntamientos, sobre todo en sus secciones de urbanismo; las Diputaciones, sobre todo en sus secciones de personal; las Comunidades Autónomas (en Galicia, en Valencia, en Andalucía, en Castilla y León, en Castilla-La Mancha, en Cataluña...). La sociedad no suele cartigar estos comportamientos electoralmente, a no ser que vayan acompañados de otras causas. (Omito aquí la corrupción que existió en España durante la dictadura pasada, pues esa es harina de otro costal).

Una de las políticas que los partidos debieran implementar, sin embargo, es la lucha contra la currupción, y como en ello no caben consensos (sería ingenuo pretenderlo) cada partido debiera llegar a acuerdos con los que estuviesen dispuestos a correr todos los riegos necesarios con tal de luchar por un país libre de corrupción (hasta donde humanamente sea posible). Los jueces, fiscales y otros profesionales relacionados con la justicia, que son los encargados de investigar y castigar comportamientos corruptos, no están libres de la comisión de algunos, hasta el punto de que ya se ha castigado a varios jueces por recibir estipendios y por otros vicios. Por lo tanto estamos en la peor de las situaciones (o casi) pues la corrupción afecta ya al poder del Estado que debe combatirla. Los otros poderes del Estado también tienen un cometido importante en esta labor, pero sobre todo dando ejemplo sus miembros, y si no lo dan, recibiendo el castigo más severo posible.

En España tenemos una ley de incompatibilidades que ha demostrado su inutilidad; tenemos mafias organizadas que están infiltradas en el mundo de la política, tenemos dirigentes que no se han distinguido por combatir la corrupción. Un partido, un grupo de dirigentes políticos, que abordara éste asunto con el mayor ahínco, con verdadera resolución, ¿sería reconocido por ello? Cabe esperar que así sea, aunque no creo quepa esperarlo del actual Gobierno.

L. de Guereñu Polán.

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