jueves, 28 de junio de 2012

La tontería del Gaiás

Así se llama (para los foráneos que lean esto) el macroedificio que el ya fallecido Manuel Fraga encargó para "ciudad de la cultura" en las proximidades de Santiago de Compostela. Está sin terminar, la parte terminada está infrautilizada, la mayor parde de los espacios están vacíos, su mantenimiento, mientras tanto, está costando un riñón a cada gallego; la terminación del edificio (si los dioses no lo remedian) empeñará los presupuestos de Comunidad gallega durante diez años, por lo menos. El despropósito es monumental. 

Y es una prueba de que ni el fallecido Manuel Fraga, ni el expresidente Touriño, ni el actual, tenían ni idea de lo que se avecinaba en materia económica, a pesar de los gabientes de expertos bien pagados de que hacen gala. Ha habido expertos independientes que han puesto en cuestión la obra; ha habido quien ha criticado, censurado incluso, el enorme coste que representa, la desproporción con respecto a los usos que se le puedan dar. Ya es pedantería llamar "cidade da cultura" a un edificio complejo cuando la verdadera "ciudad de la cultura" es la propia Santiago de Compostela, con más de mil años de historia, con calles y plazas, ateneos, universidad, clero y catedral, estudiantes y profesores, intelectuales y diletantes, vendedores y actores, profesionales y trabajadores de todas clases. 

¡Hay si Gerlmírez -que no fue ejemplar- levantase la cabeza! ¡Hay si la levantase Fonseca! (que tampoco fue ejemplar)... Si Sarmiento, Feijoo, Labrada, Cornide, Cabanillas, Cunqueiro, Castelao, Pedrayo y tantos otros levantasen la cabeza, se llevarían un buen susto, seguido de una igran ndignación (creo yo), porque verían que una Galicia que ahora es relativamente próspera dilapida sus caudales como un nuevo rico, no es previsora, da pábulo a la megalomanía de algún que otro personaje, no son cultos sus dirigentes, no tienen -cuando debieran- sentido de la medida, de aquella gran virtud de la que hacían gala los romanos aventajados: in medio es virtus.

L. de Guereñu Polán. 

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