40 días de huelga

No es cualquier cosa: implica mucho temple, mucha decisión y mucha solidaridad; también mucha capacidad de sacrificio, porque aguantar 40 días de huelga conlleva enomes dificultades. Los mineeros astur-leoneses, algunos de los cuales van camino de Madrid sin esperar que ninguna oleada de camisas verdes les reciban, están demostrando una capacidad de aguante ejemplar. 

No es el caso de un día de huelga aislado al año, como en otros sectores (la enseñanza, al que pertenezco, uno de ellos). No: los mineros defienden sus puestros de trabajo contra un Gobierno que ha disminuido las ayudas al sector en vez de restárselas a los grupos priviegiados del país. ¿Donde está el impuesto de transacciones financieras que podría financiar la ayuda al sector minero en España? Teniendo en cuenta que el gasto público en España es uno de los más bajos de la zona euro, razón de más para que lo que se ahorra en ello se dedique a sectores en crisis por coyunturas o estructuras propias de un sistema -el capitalista- que los mineros no han instaurado, sino los gobiernos. El salario mínimo en España es uno de los más bajos de la zona euro, luego si es así, otra razón para que esos recursos que se ahorran vayan a los mineros, en estos momentos necesitados de la solidaridad nacional. Como algunos han demostrado, el coste de los productos en España no se derivan en mayor cuantía del coste de los salarios, sino de lo que representan los beneficios; rebájense los beneficios por la acción del Estado, grávense las rentas del capital en mayor cuantía que hasta ahora y habrá recursos para el sector minero. 

Lo contrario es ocupar el gobierno de la nación para defender los intereses de unos pocos, de los más poderosos, aunque se mantengan unos mínimos en prestaciones sociales que sirvan de señuelo para hacer ver que las cosas siguen igual. No siguen igual, van a peor, y no mejorarán mientras sectores como el de la minería no se reflote. Si llegase el momento en el que se demostrase que no es posible seguir explotando el carbón en España, váyase pensando en los planes para atender a las necesidades sociales de esas familias; no se dedique más tiempo a mantener instituciones obsoletas, altos cargos inútiles, prácticas económicas neoliberales que -por apoyo que tengan entre los gobiernos europeos- no son la solución para las poblaciones europeas. ¡Honor, de nuevo, a los mineros astur-leoneses!

L. de Guerñeu Polán.