viernes, 6 de julio de 2012

Trabajadores griegos y alemanes

Si en vez de hablar de Alemania y Grecia se hablase de los trabajadores alemanes y griegos ya se vería cómo no hay tantas diferencias en el trato que reciben. Unos tienen un nivel de vida más alto, pero están sometidos igualmente a inseguridad en el empleo, explotación más o menos visible, trabajos más o menos duros y remunerados por debajo de los méritos de cada uno. Si hablásemos de trabajadores españoles y alemanes pasaría otro tanto de lo mismo. Uno de los errores de la socialdemocracia y de todos los que se reclaman de izquierdas es haber caído en el discurso de los estados en vez de en el discurso de las clases (a no ser que se tenga la idea de que la sociedad de clases ha desaparecido). 

Ya es bastante burlón que se hayan acuñado las siglas PIGS para referirse a los países con mayores dificultades económicas dentro de la zona euro: Portugal, Irlanda, Grecia y España (aunque la incorporación de Italia ultimamente desfigura algo el asunto). Creo que no ofrece duda alguna -ni para la derecha ni para la izquierda- que el origen de la crisis está en el mundo de las finanzas, en la economía virtual, en la gran banca norteamericana y europea; otra cosa es el camino a seguir para superar la crisis que, no lo olvidemos, pagan los pueblos, los asalariados, los pequeños empresarios, los autónomos, los funcionarios y asimilados, porque los grandes accionistas, los dueños de la gran industria y de la gran banca, en su mayor parte están al frente de los estados europeos y legislan para poner sus intereses a buen recaudo. 

Algunos economistas han apuntado que la discusión sobre la crisis del euro es artificial, porque su cotización sigue estando por encima del dólar, porque a ningún país de los que forman parte del mismo le interesa salir de la moneda única, pero si a alguno no le interesa es al más fuerte, pues existen grandes inversiones de Alemania -de su banca sobre todo- en países en crisis. ¿Como recuperar esas inversiones si los países con más problemas saliesen del euro? Otro debate que parece bastante estéril. 

En cambio no es estéril un debate que tiene mucho que ver con la estabilidad en el mundo, que es el hambre sufrida por millones de personas, y tiene que ver con la estabilidad porque los grandes conflictos latentes, de producirse, afectan a un economía que está globalizada. Hay dos manifestaciones del hambre que hacen estragos entre la problación infantil: el marasmo (cuerpo esquelético, escasez de calorías, raquitismo, retraso físico y mental) y kwashiorkov, una palabra ganesa que explica el rechado de los niños a mamar (vientres hinchados como consecuencia de la retención de líquidos por un hígado hipertrofiado, caída del cabello, apatía y conductas irritables). 

Parecerá que la primera parte del artículo no tiene nada que ver con la segunda, pero yo creo que están muy relacionadas, porque la estabilidad y prosperidad del primer mundo dependen de que en el planeta no haya injusticias tan lacerantes como las descritas. Ya se ve que una guerra en un pequeño país de oriente próximo puede llevar a una subida drástica del precio de los carburantes. Aquí no hay nada que no esté relacionado. 

La izquierda europea, y la española con ella, debieran unir discursos aparentemente no relacionados en los foros internacinales: menos caso a la banca alemana, más intervención a la misma (que no será posible con la acual coalición en el poder), menos mitos neoliberales que no son más que reproducción de los que se enseñorearon del mundo en la época Reagan-Tatcher, menos papanatismo repitiendo como loros lo que dicen quienes no saben o están pagados por sus amos y más valentía y creatividad. Creo que las poblaciones están deseosas de escuchar discursos a los líderes de izquierda claramente diferenciados del "pensamiento único" que se quiere imponer. Y allí donde se gobierna, no perder otra ocasiónn como ya se han perdido anteriormente. 

L. de Guereñu Polán.

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