viernes, 13 de julio de 2012

¡Que se jodan!

Los que se tienen que joder según la diputada
La elocuente frase de la diputada del Partido Popular en el momento en que el Presidente del Gobierno anunciaba el Decreto-Ley por el qe los parados verán reducida su prestación al sexto mes de recibirla, es una muestra no solo de bajeza moral sino de nula sensibilidad social y de desprecio inadmisibles.

La derecha española, históricamente, ha tenido muy poco tacto con los problemas sociales; han sido pocos los dirigentes políticos conservadores que se han preocupado por la situación de las clases menesterosas, el proletariado, los asalariados y las clases medias bajas en su conjunto. Solo a finales del siglo XIX se intentó mediante una Comisión de Reformas Sociales, que luego derivó en Instituto, estudiar la situación de una gran cantidad de la población española que, por aquel tiempo, vivía en la pobreza. La derecha española ha sido proclive, sin embargo, a apoyar golpes de Estado, sumarse o participar en ellos, colaborar con e inspirar dictaduras, aliarse con los poderosos para que, antes que justicia, haya orden.

Los banqueros españoles actuales son los herederos de las políticas bancarias del último franquismo, por lejano que pareza dicho régimen. Los grandes empresarios de la construcción han estado y están acostumbrados al pelotazo y al enriquecimiento rápido, a defraudar al fisco cobrando por los pisos y las casas una parte del valor que no figura en la escritura notarial; los detentadores de la riqueza en España, junto con la oligarquía administrativa del Estado, los terratenientes del sur y algunas otras grandes corporaciones imbricadas en negocios internacionales, no han variado su visión del mundo,de la economía y del sufrimiento de muchos millones de seres. El actual Gobierno, expresión de los grupos poderosos, tampoco. Y los gobiernos socalistas, habiendo heredado muchas medidas que habían tenido éxito en la Europa de postguerra, también han comedito errores y son responsables de parte de la situación que ahora se padece en el país.

Debe tenerse en cuenta -y sigo en esto al profesor Vicenç Navarro- que el Estado español tenía un superavit en sus cuentas durante los años 2005 a 2007; que su deuda pública era de las más bajas de Europa; que entre 2004 y 2007 bajó del 45% al 36%. Cuando el presidente Zapatero bajó los impuestos metió la pata sin lugar a dudas, porque las políticas de izquierdas siempre se han caracterizado por el esfuerzo fiscal para que crezca el gasto público y se redistribuya la riqueza en favor de la mayoría del país. Sin embargo el gasto público empezó a bajar y España tiene hoy menos crecimiento económico que hace dos años.

Por otro lado está el caso de la banca, que se dedicó a pedir dinero a los bancos europeos para dar créditos a los especuladores del suelo (lo que se ha llamado la burbuja inmobiliaria). Cuando la banca europea recibió productos tóxicos de la banca norteamericana -desregulada desde la era Reagan- la banca europea dejó de surtir dinero a la española: la construcción se hundió, pero con ella muchas pequeñas empresas auxiliares que vivían del crédito para pagar sus nóminas. Como la principal banca europea -y acreedora de la española- es la alemana y sus banqueros saben que no van a poder cobrar si el país no sale en ayuda de su banca, de ahí la política de Don Mariano, que no es otra sino decirle a los banqueros: ustedes cobrabarán y España recuperará su crédito, pero mientras tanto los parados, los dependientes, los autónomos, los asalariados... ¡que se jodan!

L. de Guereñu Polán.

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