jueves, 19 de julio de 2012

ROMA NO PAGA A TRAIDORES

La reciente comparecencia del nuevo Gobernador del Banco de España Luís María Linde ante el Congreso de los Diputados, no sirvió para aclarar gran cosa su tarea en estos momentos, pero sí para arremeter contra la gestión de su antecesor, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, por los graves fallos de supervisión y el desacierto en las actuaciones con respecto a la situación y reformas del sistema financiero español. El señor Linde se sumaba así a las tesis del Gobierno de Rajoy culpando de los males de ahora a la “herencia recibida”, reforzando las recientes y perjudiciales declaraciones de De Guindos y de Montoro en contra de la institución.

La verdad es que la actuación del señor Fernández Ordóñez al frente del Banco de España fue muy negativa para el país, como en repetidas ocasiones pusieron de manifiesto los sindicatos UGT y CC.OO. Porque no solo cometió fallos serios en materia de supervisión, es que se dedicó a intentar gobernar en lugar del Gobierno en materia de política económica, elaborando informes del gabinete de estudios de la institución sobre la reforma laboral, la negociación colectiva y el sistema de pensiones, en línea con las demandas de la CEOE, los bancos españoles y las recomendaciones de la Comisión Europea, Merkozy, y las demandas de las grandes instituciones financieras internacionales. Informes que presentó en numerosas comparecencias ante los medios de comunicación y ante el Parlamento, que sirvieron para ejercer presión sobre el Gobierno de Zapatero, desautorizar a los sindicatos, y dar un supuesto “rigor técnico” a las políticas neoliberales que, a la vista esta, lejos de servir para la recuperación económica que él prometía, están sirviendo para todo lo contrario: colapso y recesión económica, mas paro, mas deuda, mas deterioro de las condiciones de trabajo y de las relaciones laborales, y un crecimiento de la tensión social que augura la llegada de una crisis política para el país de consecuencias impredecibles.

Se equivocó por completo el señor Ordóñez. Traicionó a los que de un modo u otro lo llevaron al cargo, y bendijo cual gran precursor, las políticas neoliberales que (como un secreto a voces entonces)abanderaba el PP, quien sin embargo, ni antes ni ahora le mostró el mas mínimo reconocimiento. Como tampoco lo hicieron las entidades financieras, que hoy se suman a culparlo de sus males. El daño del personaje a los llamados socialdemócratas que le auparon al cargo, y al propio PSOE, está siendo importante. Y es que no hay cosa más fea y desagradable que el travestismo político. Por lo que se ve, hoy como ayer, Roma no paga a traidores, de lo cual me alegro.

XESUS MOSQUERA SUEIRO
19 de Julio de 2012

1 comentario:

L. de Guereñu Polán dijo...

El anterior Gobernador del Banco de España es uno de esos personajes que suelen blasonar de experiencia y profesionalidad y luego no lo demuestran. No se enteró de lo que estaba pasando, se dedicó a pontificar contra el Gobierno en vez de vigilar a la banca y al mundo de las finanzas. Ha salido por la puerta de atrás y ahora veremos si se le obliga a dar cuentas, pero no solo en el ámbito político, porque pudiera ser responsable de, por lo menos, negligencia.