sábado, 1 de septiembre de 2012

El Partido Popular prefiere lo agradable a lo honesto

Castillo de Soutomaior, propiedad de la Diputación de Pontevedra
De la misma forma que España era la finca del general Franco, Galicia es la finca del Partido Popular. Con una diferencia: los espacios públicos que el Partido Popular monopoliza -inmoralmente- lo hace con el consentimiento implícito de buena parte de la ciudadanía, que le da su respaldo cada vez que hay elecciones. 

El castillo de Soutomaior y su entorno, de una belleza extraordinaria, se encuentra muy cerca del vértice interior de la ría de Vigo, cerca también de la ciudad de Pontevedra, en tierras que señoreara una de las familias más viles y crueles de la nobleza gallega en la Edad Media. "Pedro Madruga", sus ascendientes y descendientes, que tuvieron bajo su bota a vasallos y obispos, a campesinos y artesanos, a hidalgos y curas, pueden ser vistos como el precedente miserable de lo que hoy sigue ocurriendo en Galicia cuando vemos al Presidente del Gobierno mitineando en un acto partidario (con todos los símbolos de su facción política) en los jardines y arbolados que rodean al castillo. 

Es un tema "menor" si se compara con otros; pero es un tema grave si se toma como síntoma de la forma en que el partido hegemónico de Galicia practica su política diaria. El Partido Popular prefiere lo agradable a lo honesto, todo lo contrario de lo que predicara, hace ya muchos siglos, un clásico latino que dedicó buena parte de su vida a disertar sobre la moral pública.

L. de Guereñu Polán.



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