lunes, 3 de septiembre de 2012

Elecciones

Todas las personas con las que hablo están convencidas de que el Partido Popular ganará las ecciones del 21 de octubre en Galicia; cosa distinta es si lo hará con mayoría suficiente para gobernar en solitario (no parece que pueda tener socios) o se quedará en la oposición. En este caso lo más probable es porque el Partido Socialista y el Bloque Nacionalista se ponen de acuerdo en una reedición del bipartido. No es la solución que más me gusta, pero sí más que la victoria por mayoría absoluta de los que ahora gobiernan. 

Si el Partido Popular gana por mayoría absoluta o se queda cerca de ella será porque la población tiene una gran desconfianza hacia lo que puedan hacer los partidos políticos en general para mejorar la situación y/o para dar cambios cualitivativos hacia un nuevo escenario. El elector de izquierdas ideologizado (porque hay quien no lo está) querrá que cuatro años de gobierno de la izquierda sirvan para transformar sensiblemente la situación de Galicia y así poder revalidar esa mayoría social en 2016. Pero hay un electorado de izquierdas que no está por la labor de facilitar la entrada de socialistas y nacionalistas en la Xunta para volver a hacer lo mismo que con el bipartito anterior: que no se note casi nada. Ello sin contar la percepción que se tuvo de que había dos "xuntas", una la gobernada por el Presidente y otra por el Vicepresidente, sin gobierno global e integrado. 

También hay que considerar la maquinaria que está al servicio del Partido Popular, que ha engrasado durante décadas y que no suelta ni una ni otra vez. Solo el "accidente" de quedarse a un escaño de la mayoría absoluta hace siete años permitió que la izquierda se colase en el poder político por primera vez de forma lícita (me refiero a Galicia). No conozco encuestas con vistas a las elecciones del 21 de octubre, pero la impresión que tengo es que la cosa andará muy ajustada. Lo que verdaderamente haría cambiar el panorama es que el Partido Socialista alcanzase, por ejemplo, 30 escaños, lo que le permitiría decir: nos proponemos gobernar en solitario pactando con unos y con otros y demostrando nuestra capacidad democrática y de integración. 

No creo que esto último se vaya a dar, y no porque descarte que se consigan 30 escaños (aunque difícil) sino porque el Secretario de los socialistas ya ha dicho (yo lo he oído) que probablemente cuente con los nacionalistas para el futuro gobierno. Decir esto ahora no puede ser más inoportuno, impolítico y negativo para los intereses electorales de los socialsitas, que dan la sensación de que no confían en sus propias fuerzas y en sus expectativas. Lo siento. 

¿Y si la pretensión -legítima- de los socialistas de gobernar en solitario no fuese aceptada por quienes podrían dar la investidura al nuevo Presidente? Entonces lo democrático sería que gobernase en minoría el Partido Popular, que tendría que pactar casi todo si quiere realmente gobernar el país. Tampoco es mala solución, porque se le pararían los pies ante los desafueros que lleva cometiendo desde hace treinta años en Galicia. 

L. de Guereñu Polán.

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