lunes, 3 de septiembre de 2012

Los presos de ETA

"Nos importan un bledo los presos de ETA enfermos", ha dicho el máximo dirigente del Partido Popular en las provincias vascas. Un bledo es una planta y lo dicho es un claro exponente de la falta de humanidad y de humanismo que suelen tener los dirigentes de dicho partido, porque una cosa es considerar los crímenes cometidos por una persona y otra desearle la muerte, máxime cuando en España la pena de muerte está abolida en todos sus códigos.
A mí -y creo que a millones de españoles- sí me importa, y mucho, que los presos (de ETA y los demás) vivan cuantos más años mejor, a ser posible en las mejores condiciones de dignidad, aunque algunos la hayan perdido. Un preso sigue siendo un ser humano; alguien a quien le importan un bledo determinados presos ha perdido parte de su humanidad, según creo.
El dirigente conservador vasco habrá estimulado los más bajos instintos de una parte de la población española, particularmente de las víctimas, muchas de las cuales estoy seguro desean que el preso de ETA enfermo de muerte se pueda curar y seguir cumpliendo su condena. Pero el Partido Popular, mientras no desmienta a su dirigente vasco, prefiere que los presos de ETA mueran en la cárcel, y como les importan un bledo, cuando antes.
No es así como se construye un país en paz; no es esto para lo que los españoles consiguieron una Constitución y las libertades que solo están en peligro parcialmente con el Partido Popular, así como ciertos derechos, el de la vida el más importante, por muy execrable que sea el criminal de turno.
L. de Guereñu Polán.

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