viernes, 21 de septiembre de 2012

LA CRISIS POLITICA QUE SE AVECINA

Como era de esperar, tras la crisis económica y sus graves consecuencias sociales, viene la crisis política, con una dimensión y un alcance desconocido todavía, pero cuyos síntomas son ya evidentes porque están a la vista. No es posible prever su desenlace, pero ¡ojo! bien pudiera ocurrir que, también de la crisis política, emerja triunfante la misma derecha que provocó la crisis económica haciéndosela pagar sin embargo a las clases trabajadoras.
Son demasiadas ya, e importantes, las instituciones del estado muy afectadas y deterioradas: La Casa Real, la Justicia, las Comunidades Autónomas, los Partidos Políticos, los Sindicatos que aún manteniendo una gran capacidad de movilización empiezan a sufrir problemas fruto de las reformas impuestas  y de la propia crisis. La propia Iglesia Católica, la banca y el sistema financiero, la CEOE, los medios de comunicación, etc. Como telón de fondo la corrupción que no cesa y un ejército de parados y jóvenes sin horizonte, y el de millones de pobres que crecen cada día. Y lo peor de todo: la sensación de que nadie sabe muy bien que hacer, y el que dice que sabe miente o parece que miente, todo ello agravado por un proceso de fagocitosis institucional que acrecienta el deterioro recíproco al culparse unos a los otros y al carecer de una mínima autocritica que nos permita convivir con la verdad y así poder acercarnos a las soluciones reales y posibles. Parece no existir más recurso que el del chivo expiatorio cada cierto tiempo, para seguir engañándonos y haciéndonos trampas a nosotros mismos. Sí, se avecina una gran crisis política.
Están en puertas elecciones autonómicas en Galicia y en Euskadi, y quien sabe si antes del fin del año, también en una Cataluña que acaba de vivir una enorme manifestación para pedir la independencia de España, o en su defecto un pacto fiscal que el gobierno de CIU viene reclamando desde hace tiempo. Sin duda alguna, las elecciones gallegas y vascas, van a ser un test importante, de consecuencias que van más allá de sus respectivos ámbitos autonómicos para  repercutir en toda la situación política general del país. En Galicia, y a la vista del llamado caso Pokemon, las incógnitas son aún mayores.
Quisiera sin embargo referirme aunque muy brevemente, a la situación catalana y su relación con la general que estamos viviendo en España. Pese a la escenificación de un gran desencuentro cuando no abierta confrontación entre el Presidente de la Generalitat, el señor Mas, y el Presidente del Gobierno de España, señor Rajoy, la realidad que se esconde tras ese gesto puede ser otra muy distinta.
No podemos olvidar que la “Unión Democrática de Cataluña” que preside Durán y Lleida, es uno de los dos socios que integran CIU, la coalición gobernante en Cataluña, y que a su vez comparte con el Partido Popular, la condición de miembro del Partido Popular Europeo en el que hoy por hoy manda la señora Merkel. Tampoco podemos olvidar que hasta ahora, el Partido Popular ha sostenido al gobierno catalán de CIU permitiéndole sacar adelante los presupuestos y toda su política económica y de recortes sociales, recibiendo en reciprocidad el PP en Madrid el apoyo y acompañamiento político de CIU en todas sus principales medidas.
Es evidente también que el “encontronazo” Mas – Rajoy, y la reivindicación independentista catalana, poco a poco sutilmente matizada, puede reportarle a ambos buenas ventajas políticas. De entrada ha suscitado una gran polémica en todo el país, que ha permitido, con el abierto apoyo de la prensa, colocar en un segundo plano otros asuntos como los derivados de la crisis económica, al hacer emerger en España una “nueva amenaza” y en Cataluña “una causa a capitanear” por una CIU desgastada y contra las cuerdas por su política de absoluta identificación y seguimiento de los dictados neoliberales de la señora Merkel y del Partido Popular Europeo. Así, si convoca con rapidez elecciones anticipadas, puede conseguir un magnífico resultado, y dejar en difícil situación a sus rivales políticos en particular al PSC, y ERC. Pero sobre todo le permite dejar un mensaje político de calado: El Gobierno que hace las reformas, y lleva adelante duros recortes sociales, puede volver a ganar las elecciones.
Por su parte Rajoy consigue un “cierre de filas de la derecha española” frente a la pretensión separatista de Cataluña, cuando está en puertas de hipotecar con el temido “rescate” el futuro del país por muchas décadas.
La que parece no saber muy bien que fichas ha de mover en este tablero, es la oposición, sobre todo su principal referente: El Partido Socialista. Tampoco parece que IU lo tenga muy claro teniendo en cuenta que en Galicia ensaya una nueva coalición, creo que algo parecido hace en Euskadi, y en su seno parece que emerge otra nueva opción “Izquierda Abierta” con Llamazares como cabeza visible.
Xesús Mosquera Sueiro
21 de septiembre de 2012


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