sábado, 29 de septiembre de 2012

Un socialista catalán

La pertinaz diputada Tura
Mientras los socialistas catalanes están discutiendo sobre el sexo de los ángeles (o al menos su cúpula) el diputado del Parlamento Europeo José Borrell habla y discute sobre la crisis alimentaria, sobre el progreso en ingeniería de Airbus, sobre la relación entre el euro, el petróleo y el dólar; subre las "subprime", sobre los problemas de África, sobre la ayuda al desarrollo, sobre la vivienda en España o sobre el clima y sus efectos (véase http://www.cincodias.com/columna/Jose-Borrell/7/). 

Algunos socialistas catalanes (creo que otros muchos de fuera de Cataluña también) se han olvidado o nunca han sabido que un elemento consustancial al socialismo es el internacionalismo, no el nacionalismo. Es razonable que ante una situación colonial (por el ejemplo el Congo belga) un socialista como Patricio Lumumba luchase al lado de los nacionalistas por conseguir la independencia nacional, pero fuera de estas situaciones un socialista catalán, gallego o de cualquier otro sitio debe sentirse más solidario con un trabajador chino que con un banquero catalán o gallego. Es una lástima que el a-b-c del socialismo esté tan olvidado. 

No voy a pretender que en las reuniones y asambleas socialistas se cante la "internacional" porque podría parecer trasnochado (a mí me gustaría que se cantase) y además porque no creo queden muchos socialistas que conozcan la letra. No voy a pretender que todos los socialistas tengan el mismo comportamiento que tuvo José Borrell cuando supo que dos subordinados suyos (en quienes él había depositado su confianza) cometieron delitos: renunció al instante su candidatura a la presidencia del Gobierno, ganada en buena lid en unas elecciones primarias, las últimas en las que yo participé en el Partido Socialista. No voy a pretender que algunos "socialistas" renuncien a uno de los cargos públicos que ocupan o que se bajen el sueldo dando ejemplo a la ciudadanía de austeridad y de que se está por una causa, por un ideal y no por el dinero.

Pero sí tengo derecho a pretender, a desear con todas mis fuerzas, que a los socialistas les defina el internacionalismo, la solidaridad de clase. Se da la paradoja de que la patronal catalana pone la voz de alarma ante la irresponsabilidad del President catalán, mientras algunos socialistas escuchan gustotos los cantos de sinera del independentismo, que es lo mismo que la ruina para la clase trabajadora catalana de toda condición. 

L. de Guereñu Polán.

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