jueves, 11 de octubre de 2012

El incendiario


El Ministro de Educación, que está muy mal educado, además de ser un mal ministro es imprudente y muy perjudicial para el país. Eso de "españolizar a los alumnos catalanes" es tan torpe y absurdo, es tal insulto, que presupone los alumnos catalanes no son españoles y hay que "españolizarlos". Muy al contrario, los catalanes -y los alumnos entre ellos- son españoles al igual que lo son los gallegos, los andaluces o los baleares. Otra cosa es que haya personas que se sientan antes esto o lo otro, o que se sientan solo una cosa, pero tal asunto no deja de ser algo subjetivo. Lo objetivo es que todo el que ha nacido en España o es hijo de españoles, es español, y los catalanes no menos que los demás. 

Pero el incendiario Wert, que ha reducido drásticamente los recursos para educación, que ha hecho desaparecer de los Institutos los profesores de pedagogía terapéutica, que ha reducido las becas que recibían los alumnos con pocos recursos, que está preparando una contrarreforma nefasta del sistema educativo, que tiene en pie de guerra a las universidades, a los profesores y a los alumnos, que no tiene ni idea de los asuntos que maneja, que ha entrado a saco en los contenidos curriculares sin encomendarse a nadie (o quizá al demonio), que actúa de manera chulesca y mil vicios más, al incendiario Wert -digo- no se le ocurre otra cosa que decir estupideces como la señalada arriba.

Más le valdría consultar a los profesores sobre las contrarreformas que piensa llevar a cabo, aunque luego no hiciese caso a casi ninguna; más le vandría avenirse con las universidades, con los becarios a quienes ha dejado sin beca cuando estaban haciendo una importante labor investigadora; le valdría al incendiario, y al país aún más, que se informase sobre el delicado asunto que es la enseñanza, donde la casuística es tan ilimitada que nunca tendremos un sistema educativo acorde con las verdaderas necesidades del país. Esto lo saben todos aquellos gobiernos que han puesto por delante la educación y tienen hoy los sistemas más justos y avanzados, pero saben que no es todo, que hay que seguir destinando recursos, que hay que contar con el cuerpo social, que no se puede incendiar, sino apagar toda diferencia, toda dificultad. Pero el incendiario Wert no sabe esto y así nos va. Mala suerte ha tenido este país; ojalá el incendiario perezca en el próximo intento. 

López de Guereñu Polán.

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