jueves, 18 de octubre de 2012

El socialismo en Euzkadi

Juan Toraño con mineros vizcaínos
El 21 de octubre próximo se celebran elecciones en las provincias vascas y el Partido Socialista será la segunda o tercera fuerza en número de votos. El nacionalismo clerical, templado y en parte independentista está en alza; no son las cuestiones de clase las que han dominado la política vasca en las últimas décadas. El terrorismo de ETA ha contribuido a ello, de forma que buena parte de las energías de los socialistas vascos han ido a combatirlo. 

¡Que diferente situación con respecto a los primeros cuarenta años del siglo XX: es en la minería vizcaína donde hay que buscar los orígenes del socialismo vasco en las últimas décadas del siglo XIX. En La Arboleda, Las Carreras, Gallarta, Ortuella, Musques, Baracaldo, Portugalete y Erandio, Sestao y Bilbao, estaban los socialistas hablando de los derechos elementales de los trabajadores, de la seguridad en el trabajo, de mejores salarios, de jonrnadas más reducidas, de las viudas, de los huérfanos, de los enfermos, de las viviendas obreras... Ahora la provincia de Vizcaya, con ser industrial, está muy terciarizada y la minería vasca tiene menos importancia relativa de la que tuvo hasta hace unas décadas. 

En las elecciones municipales de 1931 los socialistas aventajaron a los republicanos; el Partido Nacionalista Vasco estaba unido a los carlistas y a la Iglesia y todavía no había optado por colaborar con los partidos republicanos y de izquierda, como sí hará a partir de noviembre de 1933. En las zonas mineras de Vizcaya se votaba a los candidatos socialistas y ni los sabinianos ni los carlistas osaban disputarles la primacía. Aquella era una sociedad distinta a la actual, más polarizada en lo económico y menos en cuanto a la falsedad que representa el discurso nacionalista, pantalla para no ver lo que realmente interesa, que son las mejoras sociales que la gran mayoría del país necesita.

En 1936 ya hubo una división del voto de izquierdas en Vizcaya, pues republicanos y comunistas le disputaron el voto a los mineros y candidatos socialistas, pero la postura del socialismo vasco siempre fue muy favorable a la unidad de acción entre todos los que se reclamaban de izquierdas, la cual se había afianzado en 1934, mientras gobernaba el país la derecha, y mucho más cuando entró la CEDA en el gobierno en octubre de ese año. Es cierto que las "Alizanzas Obreras" solo representaron organismos de enlace entre socialistas y comunistas, pero permitían mantener la esperanza en que los resultados electorales fuesen buenos. Ahí estuvo la base de la resitencia contra los militares sublevados en 1936 hasta septiembre-octubre de 1937.

El presente artículo no pretende otra cosa sino recordar la heroica historia del socialismo vasco en las regiones mineras de Vizcaya, que tantas veces fueron visitadas por Indalecio Prieto y por Largo Caballero. Ojalá hubiera vascos que en las elecciones del día 21 pudiesen acordarse de aquellas luchas, de aquellas conquistas, de aquellos sacrificios impagables. 

L. de Guereñu Polán.

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