viernes, 21 de diciembre de 2012

El caso de Italia

Parece que habrá elecciones legislativas en Italia proximamente. No sabemos -aunque los medios dicen que sí- si el hasta ahora presidente Monti se presentará a las elecciones. Para ello parece que contará con el apoyo de Merkel, el empresariado italiano, sectores intelectuales y otros grupos económicos más o menos influyentes. Parece que el caso es que la Italia "seria" se imponga a la Italia de pandereta que representa Berlusconi, que amenaza con volver.

Junto a estas dos opciones conservadoras, una moderna y técnica pero sin miramientos sociales y la otra histriónica y corrupta, está la izquierda, un conjunto de partidos resultantes de la gran descomposición del partido comunista y del partido socialista de hace unas décadas: los comunistas "refundados", el resto del antiguo Partido Comunista, los verdes y la Izquierda Democrática, donde están socialistas y comunistas que no engrosan a los anteriores. No parece que tenga opciones, pero la sociología electoral ha demostrado más de una vez que se producen novedades a poco que una sola de las piezas del engranaje se mueva de sitio.

El señor Monti goza de una gran fama entre intelectuales conservadores y centristas, incluso entre intelectuales de izquierda, que le analizan criticamente, en los foros académicos internacionales, en Estados Unidos (el stablishment), donde fue asesor -entre otras cosas- del conglomerado financiero Goldman Sachs, no precisamente un ejemplo a tenor de lo que sabemos sobre la crisis económica que empezó en 2008. 

¿Que opinnan los sindicatos italianos, las agrupaciones cívicas, otros intelectuales que no están encuadrados entre los que apoyan a Monti, los estudiantes (en su pluralidad), las clases menesterosas (que no están organizadas como tales), los inmigrantes con derecho a voto...? Aquí, creo yo, está el asunto: ¿podrá la izquierda italana presentar un programa alternativo al del señor Monti, que es la mano derecha de Alemania en la península, de la patronal e incluso del Presidente de la República, Napolitano, que desde sus orígenes comunistas se integró luego en "El Olivo", coalición de izquierdas de Prodi? Parece difícil pero no imposible.

No sabemos si la parte histriónica y panderetera de Italia que representa Berlusconi podrá remontar el vuelo, sobre todo porque no contará con apoyos exteriores, aunque sí con el de ciertos medios de difusión y empresariales comprometidos con la corrupción. La sociedad civil, como es lógico, tiene mucho que decir: si Monti revalida su mandato (de presentarse a las elecciones) el Gobierno español tendrá en él un importante apoyo, y por supueto la Alemania conservadora. Es muy importante lo que ocurra en Italia en las próximas semanas, porque de revalidar Monti su mandato las reformas draconianas y antisociales (puramente "técnicas") se habrían impuesto a una Europa social, política y clásica, que es la Europa que yo deseo.

L. de Guereñu Polán.












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