La
alcaldesa de Valencia se queja porque una cadena de televisión
británica ha denunciado el derroche que ella misma y su amigo Camps, han
realizado durante los últimos años (antes había participado otro amigo,
el señor Zaplana) en vez de atender a necesidades verdaderamente
urgentes de la población, sobre todo la más necesitada.
La
alcaldesa se queja de que la "imagen" de "su" ciudad y Comunidad quedan
muy mal paradas por la emisión de varios programas televisivos sobre el
derroche de caudales públicos. La BBC se refiere al ingente gastro que
representó la construcción de la Ciudad de las Artes y de las Ciencias,
realizada por el "patriota" Santiago Calatrava, que recientemente ha
decidido instalarse en Suiza para evitar pagar impuestos en España.
La "Ciudad" del derroche comprende un edificio para oceanográfico, otro
llamado Hemisférico, un "Ágora" totalmente innecesaria, un Palacio de
las Artes, un Museo de las Ciencias y L'Umbracle, que todavía no se sabe
para que se construyó. Luevo vino el crac y la ruina, algunos se
llevaron el dinero (sobre todo constructuras que financiaron ilegalmente
el Partido Popular) y ahora la gran crisis que pagan los ciudadanos de
Valencia (comunidad).
A ello hay que sumarle un aeropuerto en
Castellón del que no salen ni al que no llegan aviones, que ha costado
una friolera de millones de euros. Y para corregir los enormes desfases
en las cuentas públicas se privatizan hospitales públicos (pagados con
el dinero de los valencianos), pretendiendo ahorrar a base de que la
gestión de los mismos se entregue a empresas privadas (fundaciones se
les llama). Incluso la privatización recibe el nombre de
"externalización", aprovechando que los gestores de los hospitales son
personas externas a los mismos, es decir, no el personal funcionario al
que ya paga la Comunidad.
El señor Zaplana se fugó a una
empresa privada para seguir ganando una enorme cantidad de dinero sin
que se le conozcan destrezas especiales; del señor Camps, luego del
juicio a que fue sometido no cabe decir nada más sobre su catadura (y
está pendiente de otros juicios) pero lo cierto es que tuvo que dimitir
como Presidente de la Comunidad Valenciana. La alcaldesa se rasga ahora
las vestiduras por la "imagen" que su ciudad está dando (porque como
suya la tiene) en vez de dar ejemplo de austeridad, buen gobierno y
gasto social. ¡Que mala imagen -y no solo- tiene la alcaldesa de
Valencia!
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