miércoles, 19 de diciembre de 2012

Un partido para enredar

No es el único caso en la historia, de España y de la política moderna, pero el de Esquerra Republicana de Cataluña es paradigmático de lo que quiero decir: fue un partido realmente importante durante la II República española, leal al régimen hasta lo que su idiosincrasia le permitía, luchador contra el fascismo y a favor de los derechos democráticos, que sufrió en sus dirigentes y afiliados la represión como los demás, pero con la restauración democrática y la pérdida de las riendas por parte del señor Barrera, una serie de políticos de cortos vuelos, efímeros además, cambiantes y desleales, han jugado un papel realmente esperpéntico en la política nacional española y nacional catalana.

Primero fue un señor llamado Colom, acompañado de una tertuliana asidua de programas con nula calidad, quien se hizo cargo de ERC; luego vinieron unos tiempos de divisiones y contradicciones permanentes hasta que apareció la figura del señor Carod Rovira, que pactó con dirigentes de ETA a espaldas del presidente Maragall que no hubiese atentados contra catalanes. Nombrado Conseller en Cap, una institución "sui generis" de Cataluña, hizo y deshizo, declaraciones más o menos escandalosas, andares sinuosos sobre las prioridades, fue cesado y poco después condujo a su partido al fracaso electoral.

Ahora dirige ERC el señor Junqueras, que ha imprimido al partido el independentismo más irredento, aunque ya venía de lejos, por lo menos desde el señor Maciá. ERC ha sido un partido no exactamente de izquierdas históricamente, aunque sí democrático; ha sido un partido republicano, en efecto, aunque con muy poco éxito cuando ha defendido su modelo de república, y sí ha sido un partido de Cataluña, pero que se eclipsó por la gran coalición de la banca, la industria, la derecha catalana en definitiva, que es Convergencia Democrática de Cataluña, con el acompañamiento más o menos pintoresco de Unió.

ERC ha estado en Cataluña con gobiernos socialistas, ahora con gobiernos de CiU; sus diputados han jurado la Constitución española y luego se han desdicho; han desestabilizado la política catalana y no la española porque no han podido, han contado con parlamentarios sensatos y con otros insensatos (aunque esto es común a todos los partidos, dicho sea de paso). Pero lo que nadie le puede negar a ERC es su capacidad para engatusar a unos y a otros, a la izquierda y a la derecha. Yo digo que no habrá "consulta", que ello servirá para que ERC desestabilice de nuevo la política catalana (si no lo estuviera ya suficientemente), de igual manera que hizo con el Estatut, consiguiendo que uno votado por la inmensa mayoría de los catalanes se quedase en otro votado por menos del 50%. Suma y sigue...
L. de Guereñu Polán.

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