jueves, 3 de enero de 2013

Carromero

Eslogan al que no debemos hacer caso
Ya sería una burla, pero probalemente la sufriremos, que el joven Carromero, por el mero hecho de ser dirigente del Partido Popular, consiga el tercer grado penitenciario, mientras que otros reclusos, entre los que se encuentran algunos que han solicitado el indulto repetidas veces, han de seguir en prisión. Cabe recordar que los crímenes por los que fue encarcelano en Cuba el joven Carromero llevaron a la muerte a dos personas, mientras que los que solicitan el indulto no fueron encarcelados más que por consumir droga o por robar un coche. Hay diferencia.

Doña Esperanza Aguirre, inquieta y movediza para toda cuanta causa injusta se presente, ya ha mostrado su interés en la suerte del joven Carromero, al igual -como se sabe- del magnate de Eurovegas. De paso consigue salir en la televisión más veces que el sustituto que ha dejado en Madrid. No cree la señora Aguirre en la justicia cubana, pero sí cree en la justicia franquista, régimen al que todavía no ha condenado; muy al contrario, se solaza en él.

Otra cuestión son los favores que se están preparando para que el señor Carromero -a quien ya se da por supuesto saldrá de prisión- ocupe el puesto de trabajo que tenía y del que está suspendido en tanto que delincuente. Los vericuetos de la administración de justicia los ignoro, pero no respetar los acuerdos de extradición del joven Carromero puede resultar muy perjudicial para España: imaginemos un aseino que huye de nuestro pais a Cuba y, reclamado, el país caribeño respondiese: acostúmbrense ustedes primero ha cumplir los acuerdos en materia de extradición que tienen pendientes.
L. de Guereñu Polán. 

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