Desde este centro los papas cañoneaban a todos los que osaban discutir su poder
Cuando
se formó Unión de Centro Democrático en España, desde el mismo poder
que Franco había formado, el electorado votó a dicho partido en primer
lugar porque consideró -creo yo- que se trataba de la superación de una
derecha dura que representaba el señor Fraga y los fascistas de entonces
y el conglomerado de fuerzas de izquierda que lideraba el Partido
Socialista. La cosa coló. Y de hecho, para una época de transición
democrática no salió mal la operación.
Pero cuando la vida
política se "normalizó", y pongo esta palabra entre comillas porque
todavía vendría el golpe de estado fallido de febrero de 1981, Unión de
Centro ya había demostrado que de centro no tenía nada: era la derecha
de siempre, la heredera del franquismo; la mayor parte de sus miembros
se pasaron al partido del señor Fraga, el máximo colaborador de Franco
durante 25 años de su vida. Ahora la cosa no salió bien, porque el
Partido Socialista estaba cohesionado, tenía dirigentes muy avispados,
una militancia y un electorado muy motivados y entusiastas.
Así empezó un período de casi catorce años en el que la izquierda
gobernó el país y se produjeron las grandes transformaciones que, sin
embargo, no han colmado las apiraciones de muchos. Es razonable porque
el electorado de izquierdas no es contentadizo: aspira siempre a más y
hace bien.
En Italia el señor Monti intenta engañar, como lo
hico en España la Unión de Centro, al electorado. Y es que eso que se
llama "centro" no es más que la derecha con piel de cordero, pero es la
derecha que apoya al capital, el sistema de desarrollo no sostenible que
gobierna el mundo, el mal reparto de la riqueza, de la renta y de la
cultura, el predominio de los banqueros y de los especuladores. Ese
"centro" no quiere ni oir hablar de cambios sustanciales en la sociedad y
en la economía; está de acuerdo y recibirá el apoyo de la señora
Merkel, de la banca alemana, de las grandes corporaciones económicas
italianas (excepto las comprometidas en la corrupción con el señor
Berlusconi).
El "centro" del señor Monti es el invento de la
derecha italiana para decir a los italianos que son otros, que no son
como Berlusconi, ni como sus putillas, ni como sus corruptos
funcionarios, pero en realidad son los mismos perros con distintos
collares. Al tiempo.
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