domingo, 6 de enero de 2013

La gran mentira del centro en Italia

Desde este centro los papas cañoneaban a todos los que osaban discutir su poder
Cuando se formó Unión de Centro Democrático en España, desde el mismo poder que Franco había formado, el electorado votó a dicho partido en primer lugar porque consideró -creo yo- que se trataba de la superación de una derecha dura que representaba el señor Fraga y los fascistas de entonces y el conglomerado de fuerzas de izquierda que lideraba el Partido Socialista. La cosa coló. Y de hecho, para una época de transición democrática no salió mal la operación.

Pero cuando la vida política se "normalizó", y pongo esta palabra entre comillas porque todavía vendría el golpe de estado fallido de febrero de 1981, Unión de Centro ya había demostrado que de centro no tenía nada: era la derecha de siempre, la heredera del franquismo; la mayor parte de sus miembros se pasaron al partido del señor Fraga, el máximo colaborador de Franco durante 25 años de su vida. Ahora la cosa no salió bien, porque el Partido Socialista estaba cohesionado, tenía dirigentes muy avispados, una militancia y un electorado muy motivados y entusiastas.

Así empezó un período de casi catorce años en el que la izquierda gobernó el país y se produjeron las grandes transformaciones que, sin embargo, no han colmado las apiraciones de muchos. Es razonable porque el electorado de izquierdas no es contentadizo: aspira siempre a más y hace bien.

En Italia el señor Monti intenta engañar, como lo hico en España la Unión de Centro, al electorado. Y es que eso que se llama "centro" no es más que la derecha con piel de cordero, pero es la derecha que apoya al capital, el sistema de desarrollo no sostenible que gobierna el mundo, el mal reparto de la riqueza, de la renta y de la cultura, el predominio de los banqueros y de los especuladores. Ese "centro" no quiere ni oir hablar de cambios sustanciales en la sociedad y en la economía; está de acuerdo y recibirá el apoyo de la señora Merkel, de la banca alemana, de las grandes corporaciones económicas italianas (excepto las comprometidas en la corrupción con el señor Berlusconi).

El "centro" del señor Monti es el invento de la derecha italiana para decir a los italianos que son otros, que no son como Berlusconi, ni como sus putillas, ni como sus corruptos funcionarios, pero en realidad son los mismos perros con distintos collares. Al tiempo.
L. de Guereñu Polán.

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