jueves, 21 de febrero de 2013

El senador sin vergüenza

Cualquiera que tenga la curiosidad de saber que hizo D. Luis Bárcenas mientras fue Senador no tiene más que entrar en la página http://www.senado.es/web/composicionorganizacion/senadores/com. y verá que, habiendo sido miembro de la Diputación Permanente, vocal de la Comisión de Asuntos Exteriores, vocal de la Comisión de Asuntos Iberoamericanos, vocal de la Comisión de Suplicatorios y vocal suplente de la Delegación Española en la Unión Interparlamentaria, sus intervenciones han sido tan escasas que se pueden considerar nulas. El pensamiento del señor Bárcenas debía estar en otra cosa.

Como tesorero del Partido Popular fue designado por el mismísimo D. Mariano Rajoy, que ahora escurre el bulto en la asunción de sus responsabilidades. Como es sabido, el Sr. Bárcenas está imputado en el caso más grave de corrupción política y económica que se haya visto en España durante el actual régimen. Archivado su caso por un juez (Antonio Pedreira) lo retomó la Audiencia Nacional en 2012, mientras era miembro de la Comisión Ejecutiva del Partido Popular, es decir, no un afiliado cualquiera. Ahora se encuentra también imputado en el caso Gürtel por el Tribunal Supremo.

Pero el señor Bárcenas es un hombre sin vergüenza, sale a la calle, toma un taxi, se va a esquiar, entra y sale del país (quizá alguna vez no vuelva), niega evidencias, hace gestos soeces a la población, se ríe, se burla del país. Consiguió de sus compañeros que el juez que le tenía atrapado fuese apartado del caso e inhabilitado (el juez Garzón, no el delincuente). Las tropelías cometidas por el señor Bárcenas, que atesora 22 millones de euros en varios bancos suízos, con los cuales ha hecho operaciones de despiste abriendo cuentas en otros países, sobre todo americanos, son de aúpa. El señor Rajoy, a juzgar por sus palabras, le apoya; la señora Cospedal también; no sabemos si porque lo consideran honrado y su amigo o porque temen que revele datos comprometedores para toda la cúpula del Partido Popular.

Sus abogados hacen lo que pueden; para eso cobrarán suculentas minutas, pero el señor Bárcenas no va a poder evitar que, ante cualquier otro caso de delincuencia masiva, se diga, "eres un Bárcenas", como el senador que no ejerció de senador, sino que estuvo pensando en otras cosas y como el hombre sin vergüenza que es.
 
L. de Guereñu Polán.

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