En
España, como es sabido, los partidos se financian con las cuotas de sus
afiliados, con las aportaciones del Estado según sus resultados
electorales y con las donaciones de particulares, que desde 2007 no han
de ser anónimas y no han de exceder una determinada cantidad cada año.
Imaginemos lo que debía ser antes de dicho año, sobre todo en el caso de
los financiadores de los partidos de derecha, y así se explica el caso
Bárcenas y otros por el estilo.
Hay donaciones que se reciben
en paraísos fiscales, sobre todo en los bancos suízos, pero desde enero
de este año ese país ha levantado el secreto bancario cuando un juez esá
investigando un delito, generalmente de corrupción. Otra práctica, que
en el caso del Partido Popular parece probada, es la doble contabilidad,
de forma que la llamada "caja B" es opaca a la ley, a las inspecciones
del Tribunal de Cuentas y al fisco. Razón tiene Martín Pallín,
exmagistrado del Tribunal Supremo, cuando señala que un "genio" de estas
prácticas ha sido el tan mencionado señor Bárcenas, que tiene más de
señor medieval que de señor respetable.
Pero el tal Bárcenas
no pudo actuar -sigue Martín Pallín- sin que sus jefes conocieran sus
mañas: Aznar, Rajoy y los mandos del Partido Popular, señores Cascos,
Arenas, señora Corpedal, etc. El Partido Popular pudo haber recibido
dinero procedente de actividades ilícitas, por ejemplo del proxenetismo,
de la extorsión, del robo, del secuestro, de recalificaciones
urbanísticas (esto último parece evidente), de mafiosos como los
dirigentes de Eurovegas, y una vez recibido el dinero sería para el
partido o para sus prebostes: por eso aparecen muchos de los citados y
otros no citados aquí, recibiendo cantidades abultadas de miles de euros
(que no cotizaron a Hacienda) o sí lo hicieron mediante la amnistía
fiscal del ministro Montoro, inepto hasta la saciedad, pero utilísimo
para los delicuentes. Martín Pallín dice que "la amnistía fiscal rompe
todos los principios admisibles en el campo del Derecho Penal para
despenalizar conductas delictivas".
Gobernantes así no
interesan, pero están llevando el timón de España, junto con el
encarcelado expresidente de la gran patronal, junto con el acusado
vicepresidente que aún no ha dimitido, junto con banqueros y
desahuciadores. No se legisla hoy a favor de los necesitados y del común
de la población; se legisla para poner en limpio las trampas, la
suciedad y la ponzoña en que se encuentran los dueños del país. (Abajo,
el señor Bárcenas mostrando su estilo).
L. de Guereñu Polán.
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