miércoles, 8 de mayo de 2013

El apéndice

Pinocho con su gran apéndice
Tiene buena razón el Secretario de los socialistas catalanes cuando dice: "el que comienza malamente, acaba malamente". No sé si ha querido hacer una metáfora de sí mismo y de la dirección que preside, pero a mí así me lo ha parecido. Entre los valores que dice defender el PSC y que cualquier socialista puede suscribir están "la tradición política de la Revolución Francesa y el Socialismo Democrático: los valores de la libertad, la igualdad y la solidaridad" (cito textualmente de los textos oficiales de dicho partido). 

Baste decir que la Revolución Francesa es la hacedora de la Francia centralista que hoy existe, la Francia jacobina que se dejó de derechos feudales de tal o cual región y que hizo depender a todo el mundo de una misma legislación, de unos mismos fueros y de una misma autoridad. España no es Francia entre otras cosas porque tiene una historia distinta, siendo nuestro caso el resultado de agregarse territorios y comunidades a lo largo de los siglos que han mantenido peculiaridades muy acusadas, pero también Francia es, como cualquier otro país, el resultado de agregaciones y de rectificaciones territoriales. No pueden ser más contradictorios los socialistas catalanes cuando se hacen deudores de la Revolución Francesa y juegan al nacionalismo más pacato y pueblerino de la derecha catalana. Más contradictorio es esto cuando se lee en la "declaración de principios" de los socialistas catalanes que la lucha contra el sistema capitalista está en su origen y en su realidad actual. ¡Pues sí que se va a luchar contra el capitalismo entrando al trapo de las posiciones nacionalistas y de los banqueros de CiU!

El autogobierno de Cataluña está conseguido, la sociedad catalana (aunque no guste a la derecha nacionalista) es inclusiva y en cuanto a los proyectos federalistas se citan de forma abstracta, pero no se dice lo que se entiende por ellos. ¿Acaso no es España una suerte de estado federal configurado en un determinado momento histórico de la forma en que ahora está y que -por cierto- no pocos cuestionan? ¿Es el europeísmo del PSC compatible con un pretendido "derecho a decidir" que no es otra cosa que pretender la segregación de Cataluña de España en boca de los nacionalistas catalanes? Para el PSC el "derecho a decidir" debiera estar ya garantizado y realizado: los catalanes eligen a sus representantes, gozan de cotas de libertad como en los países más democráticos del mundo, igualmente de bienestar material (aunque esto no es muy significativo, pues las diferencias sociales son abismales) tienen reconocidas sus instituciones políticas y su capacidad para legislar, se financian de acuerdo con los pactos habidos en cada momento con el Estado...

Tiene buena razón el señor Rodríguez Ibarra cuando dice que ejercer el victimismo en materia fiscal y financiera por parte de los nacionalistas catalanes no tiene sentido, pues cada vez que se ha reunido el Consejo de Política Fiscal y Financiara los representantes de Cataluña han salido airosos, han conseguido sus objetivos y se han pavoneado ante su electorado diciendo que han obligado al Estado a entrar por el aro. Los socialistas catalanes andan enredados en ser apéndice de CiU en vez de tener su propia personalidad, la misma que proclaman en sus textos oficiales y que se diría están ahí para que algún curioso los lea, pero nada más. 

¿Que tradición tiene CiU de la Revolución Fancesa? ¿Y del jacobinismo democrático? ¿Y de la solidaridad internacionalista inherente a todo socialismo? ¿Y de la lucha por las libertades en España? De esto último algunos ejemplos notables pueden ondear, pero en lo demás CiU está -y debiera estar- en las antípocas del PSC. A no ser que este quiera ser apendice de aquellos y no atienda a sus propios textos programáticos. ¿"Gobernar nuestro país con la eficacia y rigor [para una Cataluña] más justa", es lo que los socialistas quieren manteniéndose como una excrecencia de CiU? No puede haber contradicción mayor. De ser la alternativa de gobierno al nacionalismo, de ser un partido internacionalista, de ser un partido incardinado en los sectores marginales, en la clase media, entre los trabajadores de todas clases, entre los asalariados, entre los progresistas... el PSC ha pasado a ser el apéndice de CiU. ¿O como quiere que se le vea con sus políticas? 

La responsabilidad social del PSC (léase su página http://www.socialistes.cat/pagina/responsabilitat-social) exige que tenga una política autónoma, sin atavismos al nacionalismo, sin compromisos que despisten a su electorado, que rompan los lazos con el socialismo de los demás pueblos de España y de Europa. Si en el Partido Socialista Obrero Español no se diese una situación de aparente interinidad en su dirección (a falta de un mirlo blanco, bien podría seguir dirigiéndolo el señor Rubalcaba) ya se tendría que haber tomado la decisión de refundar la Federación Catalana del PSOE. Esta tendría como misión enlazar la política del presente con la tradición internacionalista del socialismo, apartarse de veleidades nacionalistas y ponerse a trabajar en favor de los que demandan una Cataluña en una España justra y progresista, no embebida en los egoismos de ninguna tribu.

L. de Guereñu Polán.

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