Nueve años antes de que los guerrilleros castristas entrasen en La
Habana y se hiciesen con el poder en Cuba, Guatemala había tenido una
experiencia democrática al frente de la cual estuvo Jacobo Arbenz. Había
participado en un golpe de estado contra la dictadura de Jorge Ubico,
aunque éste ya habia sido sustituido por Federico Ponce en 1944. No se
trató de una simple operación militar, sino que en ella participaron
elementos civiles y populares.
El hecho de que Arbenz
intentase modernizar Guatemala (que había empezado dicho proceso en
1944), con medidas fiscales que gravaban las rentas más altas, con
medidas legislativas que repartían la tierra entre los campesinos, con
una democratización sin precedentes en la historia de Guatelama, le ganó
la enemiga de Estados Unidos (en plena "guerra fría"), de la United
Fruit Company y de la Iglesia católica, que veía en la liberación de la
mujer y en la merma de sus privilegios la mano de ideólogos socialistas,
comunistas y anticlericales. Por su parte, los políticos
estadounidenses que más insistieron en luchar contra las reformas de
Arbenz estaban directamente relacionados con los intereses de la
multinacional frutera, que controlaba amplias extensiones de
plantaciones guatemaltecas. Los terratenientes, poseedores de tierras
cultivadas y sin cultivar, no aceptaron que un gobierno elegido pudiese
arrebatarles (mediante indemnización) las tierras que hasta entonces
habían sido suyas.
A mediados del siglo XX había empezado a
germinar un sentimiento antiimperialista en el mundo (India se había
emancipado en 1948, la Conferencia de Bandung tuvo lugar en 1955...)
pero América era otra cosa, era terreno exclusivo, desde hacía más de un
siglo, de los Estados Unidos. De ahí que el presidente Eisenhower no
tuviese inconveniente en autorizar la invasión de Guatemala, preparada
por la CIA, en el año 1954. ¿Como aceptar que un país mesoamericano
tuviese una Constitución democrática, elecciones libres -con el peligro
de que fuesen elegidos gobernantes indeseables- derechos sindicales,
reparto de la riqueza y, en definitiva, posibles infiltraciones de ideas
socialistas y comunistas?
La invasión se produjo por el
sudeste, aprovechando el descontento campesino en uno de los centros de
religiosidad más acendrada de América, Esquipulas, campesinos que fueron
facilmente manipulados por las autoridades religiosas y por las
personas influyentes para sumarse a la protesta contra el gobierno de
Arbenz. Con base en éste descontento quedaba "legitimada" la
intervención estadounidense, que en realidad defendía intereses
estratégicos pero sobre todo económicos de unos cuantos miembros de su
gobierno y de las empresas norteamericanas en Guatemala.
No es
el único caso a partir de entonces (antes de la segunda guerra mundial
ya Estados Unidos había intervenido "manu mimilitari" en América latina)
por lo que no es extraño que cuando los guerrilleros castristas tomen
La Habana en 1959 se apresuren a llegar a acuerdos con la Unión
Soviética, tensando al máximo las relaciones internacionales entre las
dos superpotencias. Con "no es extraño" no quiero decir que fuese
deseable, sino que con el precedente de Arbenz, ¿como no entender a la
guerrilla que vendría luego?
Estados Unidos colocó al frente de
Guatemala a un militar, Castillo Armas, que ya había intentado acabar
muy pronto con la obra de la década (1944-1954), aunque sin éxito, por
lo que había sido apartado del puesto que oucpaba en el régimen
democrático. Desde entonces los intereses de los terratenientes, de la
Iglesia y de las multinacionales quedaron salvaguardados; Estados Unidos
explicó al mundo que el peligro comunista había sido conjurado en
América y hasta la próxima. Por su parte los colaboradores internos
nombraron al Cristo Negro de Esquipulas "comandante" de su acción.
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