Callar y enseñar la pierna
Desde
el año 1983 don Mariano está ocupando cargos públicos: como Presidente
de la Diputación de Pontevedra, como diputado, Vicepresidente de la
Xunta de Galicia, Ministro en varias carteras, Presidente del
Gobierno... Siempre ha estado rodeado de delincuentes y él lo sabe, por
eso una de sus estrategias es callar, huir, esconderse como un hurón, no
comprometerse, como cuando no se prodigó mientras soldados españoles
morían en la guerra de Irak que él aprobó en Consejo de Ministros.
Ha seguido callando y enseñando la pierna: comparece ante los
periodistas mediante un circuito cerrado de televisión, no admite
preguntas, admite solo una y pactada con el periodista en suerte...
Niega la evidencia, miente, hace lo contrario de lo prometido, no tiene
escrúpulos, ha contribuido a que en España haya más parados de los que
ya sufrían esta situación, ha restado recursos a las políticas sociales,
las ha dejado desnudas, España está afligida de un estado de cosas
deplorable, vergonzoso, pero don Mariano no parece enterarse, incluso se
ha rodeado de personajes que mienten como él, le sirven de escuderos,
pajes, criados y sirvientes.
Todo hace indicar que ha
delinquido y ha permitido que su partido incurriese en delitos, ha
colaborado con el ahora encarcelado señor Bárcenas, le ha apoyado, se ha
carteado con él, le ha animado y prometido su apoyo... pero ante todo
calla y enseña la pierna.
En la antigua Roma, Cornelio Léntulo,
llamado por apodo Sura, "hombre principal en linaje", siendo cuestor se
benefició largamente de los caudales públicos, y como le fueran pedidas
cuentas en el Senado romano, "presentándose con altanería y
desvergüenza, dijo que no estaba para dar cuentas". A continuación se
levantó la toga y enseñó la pierna, como los muchachos en la antigua
Roma cuando hacían una trampa jugando a la pelota. Hoy don Mariano,
émulo de Léntulo, calla y nos enseña la pierna a diario.
L. de Guereñu Polán.
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