viernes, 6 de diciembre de 2013

¿Una transición modélica?

Lo bueno que tiene el tiempo es que permite ver las cosas de manera más objetiva, más pausada y más acertada. Ahora que ya han transcurrido casi cuarenta años desde la muerte del dictador y algo menos desde que dio comienzo la transición a la democracia en España, cuyo hito más importante fue la aprobación de la Constitución de 1978, se ven muchos aspectos negativos en aquella transición. 

En primer lugar fue vigilada por el ejército y otras fuerzas fácticas, como la Iglesia, la banca y buena parte de la judicatura, hechas a imagen y semejanza del régimen criminal que fenecía. La izquierda en particular y algunos otros sectores de la oposición democrática tuvieron que aceptar un Senado que no querían; la elección de los senadores por el sistema mayoritario (menos democrático que el proporcional) y no pocos de ellos elegidos por cooptación, es decir por los parlamentos de las Comunidades autónomas, por lo tanto de forma indirecta y sin participación de la población. Buena parte de la izquierda tuvo que aceptar la forma monárquica de estado, que fue la impuesta por el dictador y que solo se legitimó cuando se aprobó la Constitución, pero el pueblo no tuvo la oportunidad de pronunciarse en referéndum como hubiera sido deseable, y así la monarquía tendría más legitimidad (estoy seguro de que hubiese triunfado la opción monárquica ante el temor de los españoles a otra que además hubiese sido asaltada por el ejército). 

¿Es ejemplar una transición que mantuvo en los puestos superiores del ejército a los militares que se habían rebelado contra el poder legítimo en 1936? ¿Es modélica una transición que mantuvo todo el aparato represor del franquismo y la misma Administración que dicho régimen legó? Con el terrorismo azuzando en todos los frentes hubiese sido suicida poner a mandos policiales bisoños, pero el mero hecho de que permaneciesen los que habían cometido crímenes desde sus puestos de mando dice muy poco bueno de la transición española. ¿Es modélica una transición que mantuvo los problemas planteados por el nacionalismo periférico y al país en jaque mediante un terrorismo atroz, peor que ningún otro en Europa, llevándose por delante las vidas de cientos de españoles? 

¿Es modélica una transición en la que los que siguieron gobernando tras las elecciones de 1977 fueron los mismos -una generación más jóvenes- que los que lo habían hecho hasta entonces? Cierto que esto fue por la voluntad de los españoles, pero si hubiese sido posible una ruptura con el régimen anterior (como en Portugal) la legitimidad habría ganado puntos. No considero esto, sin embargo, de importancia capital, pues a la postre Portugal -con una revolución pacífica de por medio- siguió luego los mismos pasos que la democracia española. 

¿Es modélica una transición que tuvo que soportar un intento golpista por parte de un sector del ejército haciendo de España el hazmerreir del mundo si no fuese porque dicho intento pudo haber costado muchas vidas? Soy de los que consideran que en aquella ocasión el rey se legitimó por segunda vez, desautorizando el golpe, y los que sostienen lo contrario debieran aportar pruebas y no decir gratuidades.

Como ha señalado recientemente Ignacio Sotelo, la tansición española, y los gobiernos posteriores, dejaron los poderes económicos -que no son poderes legales- intactos y capaces de cometer las más arbitrarias e injustas medidas contra la población, que pagó las consecuencias de tasas de paro altas aunque cambiantes a lo largo de estos treinta y cinco años. La judicatura tardó en incorporarse al sistema democrático, aún más que el ejército; la Iglesia no digamos, pero esto es harina de otro costal, porque la Iglesia es una organización no estatal, aunque actúe en los estados como si de un estado más se tratase. Los privilegios que la Constitución de 1978 le preservó, aún más los que se derivan de los acuerdos de 1979 y los que de forma fáctica (presupuestaria) el Estado le facilita, hablan de que España no es un país laico en la práctica, sino que tiene algo de ese fundamentalismo que tantos perjuicios depara a los países islámicos. 

Tampoco me parece modélica la solución que se dio a la territorialización del Estado, como queda demostrado por los problemas que siguen coleando, particularmente en Cataluña, pero también en las Comunides autónomas que se han alejado en renta y recursos de las más prósperas y ricas. La descentralización del Estado fue una idea que se remonta al siglo XIX, era necesario llevarla a cabo, pero en mi opinión no como se hizo. 

¿Era posible otra salida? Ahora tiene poco sentido plantear esta pregunta; lo que sí tiene sentido es no complacernos con ideas como la de que la transición española fue modélica porque no lo fue: contó con una población mayoritariamente aborregada por el régimen franquista, con partidos políticos democráticos escuálidos, con los herederos del régimen ayudados por la banca, la Iglesia, la mayor parte del ejército y el aparato del Estado. Quedaron impunes los crímenes, de todo orden, que se cometieron durante el franquismo capitaneados por el dictador. El resto de la población -si tuviese arrestos para intentar otro camino- ¿no habría caído en el suicidio?

L. de Guereñu Polán.

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