En estos tiempos de particular
dificultad y singular dureza para la labor de las organizaciones sindicales,
reconforta contemplar algunos aciertos destacados por parte de la FETE, la
histórica Federación de Trabajadores de la Enseñanza de la UGT.
Uno se refiere a su apoyo a la
publicación del libro titulado “LUIS GÓMEZ LLORENTE. Educación Pública y
Socialismo”, editado por Catarata y en el que con la coordinación de Antonio
García Santesmases y Manuel de la Rocha Rubí, escriben 25 destacados socialistas,
que compartieron con Gómez Llorente lucha y compromiso a lo largo de los
últimos 40 años. Apoyo que se completa con una campaña de presentación y
difusión del libro por toda España, también en Galicia.
El otro es la edición del
documental “Las Maestras de la República” que en colaboración con Transit
Producciones y guión y dirección de
Pilar Pérez Solano, ha merecido su nominación a los Premios Goya 2014, y que
igualmente está siendo presentado y expuesto en numerosos actos culturales en
las principales ciudades y pueblos de las distintas comunidades autónomas.
La FETE acierta al recuperar y
compartir su propia historia, que es también la de una parte importante, no
solo del socialismo español, sino del propio país. Bien está y justo es que un
sindicato de profesores y maestros se ocupe ante todo de la mejora de las
condiciones de vida y de trabajo del colectivo que representa, pero sin olvidar
nunca su papel en la sociedad y su
estrecha relación con el conjunto de las políticas educativas, que en
definitiva acaban determinando nuestro modelo económico, social y de
convivencia.
Cuando se habla de crisis del
sindicalismo, y las organizaciones sindicales están siendo objeto de un
despiadado ataque por parte de los poderes económicos y los sectores mas
reaccionarios del país, recordar y afirmar los grandes principios y renovar el
compromiso con ellos, es sin duda un camino acertado. Se empieza a desaparecer
cuando en nombre de mal entendidas renovaciones y reorganizaciones, se olvidan
esos principios que son la razón de ser de las propias organizaciones
sindicales. Claro que la realidad de nuestra sociedad es distinta a la de la
España de los años treinta del siglo pasado, y distinta también a la de los
años setenta y ochenta. Pero también es verdad que la lucha por la defensa de
la enseñanza pública, por el derecho a la educación libre y gratuita, la
igualdad de oportunidades, el laicismo, etc. sigue siendo más necesaria que
nunca, igual que la defensa de los derechos laborales, el salario digno, la
sanidad publica, las pensiones y las coberturas sociales.
Se trata de poner en práctica un
sindicalismo que atienda a las necesidades profesionales, indudablemente. Pero
también con clara dimensión social y política. Política si, no alicorta y de
partido, sino en su sentido mas pleno, noble y profundo. Al fin y al cabo,
profesores y profesoras, maestros y maestras, jóvenes alumnos con sus padres,
son la base sobre la que se asienta y conforma nuestro presente y nuestro
futuro como ciudadanos y como país. Por eso, no podemos dejar que la educación
se convierta ni en negocio ni en privilegio o patrimonio privado de nadie.
Xesús Mosquera Sueiro / 31 de
Enero de 2014
1 comentario:
Guereñu dijo: lástima que FETE hubiese dado su aprobación al sistema de oposiciones que permitió colarse a muchos interinos sin méritos en comparación con los licenciados en paro que obtuvieron mejornota. El sistema era tan injusto que no hay argumento posible en su favor.
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