domingo, 2 de febrero de 2014

DESDE LA PRESUNCIÓN DE INOCENCIA, DIMISIONES.

A la vista de lo que está trascendiendo tras la supresión  parcial del secreto del sumario del conocido como “Caso Pokemon”, y dadas las implicaciones en supuestos delitos graves de alcaldes, concejales y altos funcionarios municipales de algunos ayuntamientos gallegos, considero que no basta con invocar la presunción de inocencia, y sin mas, dejar que las cosas sigan como están. No, porque algo grave esta ocurriendo. Ni los ciudadanos de las ciudades afectadas, ni sus ayuntamientos, ni siquiera los afiliados y simpatizantes de los partidos políticos a los que pertenecen los implicados, se lo merecen.

Siempre desde la presunción de inocencia, ya no digo que se convoquen elecciones anticipadas en los municipios afectados, que en algunos casos sería lo mas lógico y conveniente, sino que, al menos, los afectados presenten la dimisión de los cargos que vienen desempeñando.

Haciendo mías las palabras de algún observador de esta triste realidad, es evidente que se acercan tiempos muy duros, dificilísimos de soportar para los imputados que, pertenecientes sobre todo a los dos grandes partidos, están abocados sin remedio a un largo proceso judicial, con inevitables episodios mediáticos, antes de que se produzcan los urgentes y deseados juicios.

No conviene a los ayuntamientos afectados ver sometidos a sus principales dirigentes a tan largo proceso acusatorio. No les conviene a los ciudadanos, que lejos de ver atendidas sus acuciantes necesidades en estos duros tiempos de crisis, ven como sus representantes se enfangan en una sospechosa sucesión de acusaciones, desmentidos,  réplicas y contrarréplicas, que lejos de aclarar lo principal, parecen querer sepultar sus  graves y acuciantes problemas actuales, bajo la losa de algo tan loable como la “presunción de inocencia”. Presunción de inocencia si, y siempre, pero precisamente por eso, el cargo público que se siente injustamente imputado y mas cuando hay  pruebas aparentemente sólidas que lo incriminan, debiera no pretender escudarse en su condición de cargo público, y sin mas, con la seguridad de su inocencia, presentar su dimisión hasta que se aclaren los hechos, ofreciendo además toda su colaboración a la Justicia.

Dicho esto no es menos cierto que tras el caso “Pokemon” y sus derivados como el “Picacho” en A Coruña, se oculta un gravísimo problema de fondo: La injustificada privatización de los servicios municipales, fuente de turbios negocios y corrupciones. Lo que trasciende de las conversaciones publicadas, es sencillamente un escándalo. Se han privatizado servicios básicos, por lo que se deduce,  a sabiendas de que iban a resultar muchísimo mas caros para los vecinos, traicionado así, si, traicionando gravemente a los ciudadanos y a los electores. Por esto, y no solo por las simples y aparentes triquiñuelas de “enchufes” y favores a desempleados amigos (que también), los implicados no merecen seguir en los cargos que ostentan.


Xesús Mosquera Sueiro. / 2 de febrero de 2014

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