miércoles, 8 de enero de 2014

Una hija del rey

Los reyes siempre han defraudado al fisco, ya porque confundían patrimonio personal con patrimonio del Estado, ya porque sus recursos no llegaban para toda la pompa que había que demostrar ante los súbditos y ante las Cortes de otros países, ya por la simple ambición humana. De igual manera los familiares de los reyes, no solamente en España sino en cualquier país.

Por lo tanto no es una novedad que una hija del rey esté incursa en delitos contra la Hacienda pública y blanqueo de dinero obtenido ilícitamente. Porque si hubiese sido obtenido licitamente ¿por que blanquearlo? El juez del caso parece tener claro que la hija del rey a la que ha imputado es culpable de los delitos citados, pero antes de que proceda un juicio legal ha de ser escuchada, lo que parece se producirá a principios del próximo mes de marzo. Mientras tanto los abogados a lo suyo: tratar de demostrar que la imputación carece de fundamento. Lo malo es que también el Ministerio Fiscal, institución jerarquizada como no puede ser de otra manera, está en la defensa de la hija del rey, y nada sabemos de la opinión de la Abogacía del Estado, que está para defender los intereses de este y no de ningún ciudadano, por encumbrado que se encuentre.

Creo que la opinión pública tiene el convencimiento moral -y yo con ella- de que la hija del rey imputada es culpable de enriquecimiento ilícito, no solo porque las sociedades en las que participó obtenían dinero de las arcas públicas para fines que no se llevaban a cabo, sino porque el patrimonio de la hija del rey en cuestión, junto con su esposo, es tan elevado que no se explica con los emolumentos que le asigna el Estado en los presupuestos de cada año, más el salario que puede recibir por realizar un trabajo del que no se sabe su continuidad en él..

Parece raro que un juez -visto lo que ha pasado con los que se han ocupado de incriminar a personajes poderosos: Garzón, Silva- se arriesgue a imputar a una hija del rey si no tiene pruebas clarísimas sobre los delitos que esta ha podido cometer. También es raro que todo el aparato del Estado esté contra el juez que ha dictado el auto de imputación, cuando lo que debiera hacer es colaborar para que se esclareciese la verdad (Gobierno, Ministerio Fiscal y la propia Casa Real). ¿Por que la hija del rey no ha declarado ante el juez voluntariamente? Eso sería lo lógico si, visto el vendaval que ha despertado en la opinión pública su caso, se considera inocente de toda culpa. Ha preferido irse a Suiza y permanecer callada, probablemente por recomentación de sus abogados y de la propia Casa Real.

En el improbable caso de que la imputación prosperase y la hija del rey fuese juzgada -no sabemos si condenada- esto sí sería novedad, aunque en las cortes europeas ya han sido juzgados y condenados algunos vástagos listillos de las dinastías reinantes. Los intrincados vericuetos del derecho están concebidos, creo yo, para que solo unos pocos puedan deambular por ellos. De ahí que quizá la hija del rey se salve: esa maraña es inescrutable para el común de los mortales. 

L. de Guereñu Polán.

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