martes, 25 de febrero de 2014

Del Estado de la Nación, según el gobierno, y otras fábulas


Hace unos meses publiqué una reflexión en la que intentaba responder a una pregunta que hoy en muy pertinente ¿Puede estar bien la economía de un país cuando sus ciudadanos están mal?

Nos cuentan, el Gobierno español, la Comisión europea, el FMI y hasta alguna agencia de calificación, que antes nos ponía fatal, y repiten por todos los medios de su sistema de propaganda, que España ha mejorado y va crecer más. Y los españoles ¿qué?..., los españoles preparándose para votar en las ya muy próximas elecciones europeas.

De acuerdo, el PIB parece que va a subir un 0,3 y hasta un 0,5 más que lo previsto, es decir la riqueza producida en 2014 subirá en 3000 o 4000 millones de € a mayores, magnífico. Y…. ¿qué españoles serán los beneficiarios?, ¡ah! Que no, que los españoles de a píe no son beneficiarios, que como la deuda subió en casi 150.000 millones de € el último año, esa nueva riqueza hay que dedicarla a pagar los intereses adicionales, ya que el total de los intereses de la deuda “solo” sumarán 35.000 o 38.000 millones, este año, “gracias a la bajada de la prima de riesgo”, tanto como todo el dinero público dedicado a la educación. Es decir que “los inversores” en deuda española, todos extranjeros, o grandes bancos, porque los españoles particulares, incluidos los muy ricos, no llegan a tener el 1% de esa deuda, se garantizan el cobro de sus réditos.

Vale, con los anuncios de que la macroeconomía mejora, lo que se comunica es que los que apostaron a la lotería del riesgo del país España, se premian a sí mismos. Y… ¿para los españoles al menos queda aquello de: habiendo salud…, igual que en la lotería de Navidad? Pues no, porque con los recortes varios, previstos por 6000 millones de € adicionales este año, la sanidad española, ejemplo del mundo, deviene en crecimiento de listas de espera, expulsión de beneficiarios e incluso en crecimiento de la mortandad. Para verificarlo basta acudir a los datos de reducción de la lista de posibles beneficiarios de las prestaciones de dependencia, debido a su desaparición.

Toda fábula suele terminar en una moraleja, normalmente es que los buenos, en este caso los ciudadanos, que según Rajoy son los que han propiciado las mejora -"No reivindico el mérito del Gobierno: este es un triunfo de los españoles"- son premiados y los malos, que según mi opinión son los especuladores y bancos, reciben un merecido castigo. En este caso y acudiendo a una antigua fuente (el art 13 de la Constitución de 1812) debería ser: El objeto del Gobierno es la felicidad de la Nación, puesto que el fin de toda sociedad política no es otro que el bienestar de los individuos que la componen. Para comprobar si se cumple se puede consultar a los 6 millones de parados, los 3 millones de pobres severos, el medio millón de jóvenes obligados a emigrar, o a todos los jubilados que “disfrutan” del 0,25 % de incremento anual de su pensión, y de copagos varios.

Puede ser que el bienestar del ciudadano y el buen marchar de la economía no estén en el mismo universo, de los muchos paralelos que existen, según los físicos teóricos. Eso explicaría las incongruencias y contradicciones.

Febrero 2013

Isidoro Gracia

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