martes, 18 de febrero de 2014

Venezuela contra Bolívar


La situación en Venezuela es explosiva como consecuencia de la división del país en dos grupos irreconciliables. Dentro de dichos grupos claro que hay matices, pero la división se debe sobre todo a la política populista y sectaria (ya es difícil hacer coincidir estos dos factores) del régimen chavista que ahora comanda un inmaduro Maduro. Griterío, falta de solidez, algaradas y llamadas a la violencia es lo que caracteriza a dicho régimen. En contra están clases medias cultas, sectores oligárquicos, grupos sociales de la más varia condición, pero en apoyo del régimen está, por lo menos, la mitad del país.

Un país que no se caracteriza por el progreso, ni por la cultura, ni por el desarrollo. Todo lo contrario, se caracteriza por el pillaje, la mala administración y la barbarie. Todo lo contrario de lo que quiso Simón Bolívar, criollo culto y representante de las clases más pudientes a comienzos del siglo XIX, pero también con una sensibilidad social que falta a los dirigentes venezolanos (probablemente también a los dirigentes de la oposición). 

Intelectuales como Gual, España y Miranda quizá sirvieron de inspiración a Bolívar, que quiso una América latina unida, no dividida (como está ahora Venezuela). La pretensión por parte del régimen chavista de ser el heredero de Bolívar no tiene sentido se vea como se vea. En primer lugar ahora no está en cuestión la independencia de Venezuela, máxime cuando Estados Unidos tiene sus miras puestas en Europa del Este, en Asia y en el Pacífico. El democratismo de Bolívar nada tiene que ver con el de los Maduros e inmaduros mandatarios venezolanos, más bien gamberros aupados al poder. 

Bolívar se había formado en Francia y Estados Unidos, era heredero de la Ilustración europea, del liberalismo más progresista, aunque no conociese el papel que ya estaban desarrollando los socialistas utópicos en Europa y Estados Unidos. ¡Que diferente la "Memoria dirigida a los ciudadanos de Nueva Granada por un caraqueño", de 1812, de las proclamas incendiarias y esperpénticas de los Chávez y Maduro! En aquel manifiesto, conocido como "de Cartagena", el patriota realiza una reflexión crítica sobre los acontecimientos entre su pueblo. Critica a los criollos que se están repartiendo el país, se muestra práctico y menos filosófico. 

Bolívar aumentó las filas del ejército patriota a partir de 1816 aunque su decreto de liberación de los esclavos despertó resistencias en los hacendados criollos. En 1817 una legislación radical le permitió confiscar las propiedades de los enemigos y,  por decreto,  dispuso el reparto de los bienes nacionales entre militares del ejército republicano, medida que pretendía compensar a las masas populares que le seguían. En su "Carta de Jamaica" introdujo el tema de la unidad continental, contrariamente a la Venezuela actual, encerrada en la pobreza y el subsidio, sin verdaderos lazos con los países democráticos del continente: Chile y Brasil a la cabeza. 

Bolívar no es patrimonio de ningún país latinoamericano; mucho menos de un régimen como el chavista, que se sitúa en sus antípodas en cultura, política, realizaciones y objetivos. Bolívar no pudo escapar al destino de ser un criollo afortunado, pero tuvo la grandeza de miras que falta a unos fanáticos que hunden a Venezuela, ahora, en la miseria y la división. 

L. de Guereñu Polán.

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