martes, 4 de marzo de 2014

El misterioso caso de la prescripción de delitos

Cesare Beccaría
Por las previsiones que en el Código Penal español existen, muchos delincuentes se han ido de rositas sin tener siquiera que devolver el dinero que han defraudado o robado. El tema de la prescripción en el derecho penal fue "inventado" por los ricachones del siglo XIX porque los delitos en los que solían incurrir ellos eran del tipo que se prestaba a ello. Sin embargo las clases menesterosas solían caer en otro tipo de delincuencia para la que no se previó el caso de la prescripción. Ya hayan gobernado socialistas o conservadores, en España la prescripción sigue siendo un tubo de escape muy rentable para los delincuentes de guante blanco. 
 
Además de los delitos que prescriben cuando la pena máxima no haya superado determinado número de años, no se entiende que los delitos de injuria y calumnia preciban al año, cuando el daño causado a la víctima dura bastante más. Un alcalde o ministro que ha sido inhabilitado por prevaricación (pongamos por caso) se verá libre por prescripción si la Justicia no le pesca a tiempo. Los casos más llamativos son los de aquellos que se han hartado de robar al erario público y pueden librarse de prisión si el caso no se inicia a su debido tiempo. Es sabido que la comisión de muchos delitos se descubre cuando un hilo permite ir tirando hasta llegar al ovillo, por lo que el que se ha enriquecido ilícitamente puede estar ya libre de pena y viviendo a cuerpo de rey en alguna isla paradisíaca burlándose de la ciudadanía y de la ley. 
 
Dicha ley no ha sido hecha con criterios de racionalidad y restitución a las personas agraviadas -generalmente el resto de la ciudadanía- y así vemos a la ministra Mato (en la actualidad) lucir su palmito sin tener que dar cuentas a la justicia porque los delitos que ha cometido (y los ha cometido porque así lo ha establecido el juez competente) ya han prescrito. De la misma forma la enormidad de la defraudación fiscal de un tal Bárcenas que se ha hecho famoso hace aproximadamente un año por sus desmanes durante veinte. Nada menos que 11,5 millones de euros defraudados, pero el delito ha prescrito porque la Agencia Tributaria no ha actuado a tiempo. Y ¿como se va a actuar a tiempo con determinados elementos? Contra el delito -y esto ya lo dijo hace siglos un tal Beccaria- no hay Estado que pueda, existirá siempre, por lo que el Estado debe armarse hasta los dientes contra los delincuentes, reeducarlos en cuanto pueda pero no hacer que prescriban sus delitos, hacer que paguen hasta el último céntimo robado y la sociedad se resarza y vea que realmente la justicia existe de vez en cuando.
 
El que fuera presidente de la Comunidad mallorquina, un delincuente que ya ha sido condenado a pena de cárcel y que -misteriosamente- no ha entrado todavía en prisión, ha visto como parte de las penas que debiera sufrir han prescrito, por lo que anda por el país riéndose a mandíbula batiente del paisanaje, supongo que con el beneplácito de los corruptos miembros del gobierno que nos gobierna. Otro es el caso del "afortunado" expresidente de la Diputación de Castellón, un tal Fabra, que ha robado a diestro y siniestro, sobre el que también ha recaído sentencia firme de prisión, sigue en libertad y se ha librado de penas mayores (no ha cumplido aún ninguna) porque sus delitos han prescrito. Un extorero que en un ejemplo maldito de imprudencia mató a una persona, sin arrepentimiento respecto de la familia ofendida (otra cosa es ante la galería mediática) sigue en libertad aunque ya ha sido condenado por sentencia firme; igual que un dirigente futbolero que se hartó de robar dinero del erario público, ayudado por uno de los personajes más siniestros de la España de los últimos tiempos en el sur del país. Los diez años de prisión a que ha sido condenado -y no ha entrado aún en prisión- podrían haber sido más si algunos de sus delitos no hubiesen prescrito. 

¿A que la prescripción? Puede entenderse si -en algunos casos muy estudiados- pasan veinte o treinta años, pero, ¿por que al año o a los cinco años, cuando el delincuente está en perfecta forma de burlar a la justicia y disfrutar del desvarío y el robo causado? No oigo a ningún partido -tampoco al socialista- hablar de una revisión en esta materia de nuestro Código Penal. Peor para los que tenemos entre nuestros ideales un país justo. 

L. de Guereñu Polán.
 


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