jueves, 29 de mayo de 2014

La liquidación del Partido Socialista

No es fácil liquidar a un partido más que centenario como el socialista, pero una cosa es esto y otra que sea imposible. Si algunos dirigentes y no dirigentes se comportan como gallos de pelea, saliendo a los medios de comunicación a decir vaciedades y a poner verde al dimitido Secretario General, o a disputarse entre ellos las migajas del poder interno, el electorado puede percibir que este partido no está preparado para continuar su larga y meritoria historia y abandonarle aún más.

Estoy seguro de que -si las cosas se hacen bien- el Partido Socialista recuperará votos perdidos una vez que la participación electoral sea sensiblemente mayor que en las recientes elecciones europeas. Personalmente no veo valores especiales entre los que aparecen recurrentemente en los medios postulándose como futuros Secretarios del Partido Socialista. No digo que no tengan méritos pero no los demuestran porque no hablan de lo que a la gente interesa (al menos eso interpreto yo). ¿Por que no nos dicen si están de acuerdo o no en cuestionar el capitalismo como sistema aunque no quede más remedio que actuar en la vorágine del mismo? ¿Por que no nos dicen lo que piensan hacer con los subsidios de desempleo, insuficientes con las actuales tasas de paro? ¿Que piensan hacer con la ley hipotecaria y con la política de desahucios que se está llevando a cabo? ¿Que piensan hacer con la lacra de la corrupción que está en la sociedad misma? ¿Que piensan hacer con el grave problema de la juventud preparada teóricamente pero que el mercado de trabajo no absorbe? ¿Y con las personas dependientes? ¿De donde se van a obtener los recursos para atender a esas grandes necesidades? ¿Se va a atacar de una vez las rentas del capital y se va a suavizar fiscalmente a las del trabajo? ¿Que papel creen esos supuestos dirigentes corresponde a los sindicatos de trabajadores con un hipotético gobierno del Partido Socialista? ¿Y con el problema de los nacionalismos vasco y catalán? 

¿No pueden decirnos tan sesudos personajes que piensan sobre las altas tasas de pobreza que hay en España y que políticas han pensado -porque tiempo y recursos han tenido- para ello? En materia de relaciones con la Iglesia católica ¿va a seguir esta gozando de privilengios ofensivos para el conjunto de la población, incluso para los católicos? En materia de moralidad política ¿que ley de incompatibilidades, que verdaderamente lo sea, piensan para el futuro? ¿Cuantas medidas aprobadas por el actual y corrupto Gobierno van a intentar abolir? ¿Que propuestas sobre reforma constitucional van a hacer? porque ya hay muchas sobre el tapete y nada dicen nuestros sesudos personajes sobre ellas. Así podríamos seguir.

Mientras tanto, los que forman el gallinero (permítaseme la expresión) siguen con sus opiniones baratas sobre primarias, congresos, etc. Es que esto le importa un rábano a la ciudadanía, sufriente como está por la crisis económica que no otro sino el capitalismo y sus gestores han traído. Bien haría el Partido Socialista en tener un discurso sobre el alma republicana del movimiento socialista internacional, aunque la lealtad constitucional obligue a no cuestionar -por ahora- la monarquía. Pero decir solo esto último ya sería algo para los que remueven, con acierto, el debate de la forma de Estado. 

¿Es que no hemos aprendido de la historia? Las disputas de poca monta actuales tienen su correlato en las que antaño mantuvieron otros dirigentes (los Llopis, Prieto, Negrín, Castellano, González, Peña...). En las próximas semanas tendremos de nuevo al gallinero intentando -objetivamente- liquidar al Partido Socialista con estupideces que a nadie, salvo a unos pocos, interesan. Hay mil problemas en el país sobre los que los candidatos deben hablar, para que sepamos a que atenernos los que no somos más que ciudadanos comunes, que deseamos lo mejor para nuestro país, para sus gentes y para el Partido Socialista, no su liquidación. 

L. de Guereñu Polán.

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