lunes, 9 de junio de 2014

La Justicia funciona

Una cosa es que los autos o las sentencias de los jueces y tribunales de justicia no satisfagan a la opinión pública, lo cual depende de muchos factores (entre otros de la ley que ha sido aprobada por el Parlamento) y otra que la Justicia funcione o no. Creo que en España la Justicia está dando una gran muestra de vitalidad y compromiso. 

Nunca en la historia de España (entre otras cosas porque nunca han existido los medios que hoy tenemos) hemos descubierto tantos casos de corrupción que afectan a políticos, empresarios, banqueros, golfos de toda laya, futbolistas y otros deportistas de "elite" e incluso miembros de la Casa Real. Desde algunos presidentes de Diputaciones Provinciales (Baltar y Fabra) verdaderos ejemplos de corrupción generalizada y continuada, hasta alcaldes como los dos últimos de Santiago de Compostela (verdaderos ejemplos de desvergüenza y miseria moral) pasando por jueces como los señores Dívar (no se trata de corrupción en los casos de Silva, Garzón y Gómez de Liaño), cadenas o tramas como "Pokemon" o "Gürtel" y los de partidos minoritarios como el caso Zambrana (que afecta al PNV) y el caso Treball (que afecta a Unió Democrática de Cataluña).

Es cierto que los señores Fabra y Matas, ya juzgados y condenados en firme, no están en la cárcel, pero ello se debe exclusivamente a que el Gobierno -favorecedor de los mismos- dilata su pronunciamiento sobre un indulto que los jueces tendrían que desautorizar. El caso una hija y un yerno el rey colman el vaso del escándalo por tratarse de personas que gozan de todos los privilegios aún en en un Estado que no tiene reconocido el privilegio en su ordenamiento jurídico. 

Empresas futboleras, Banca Catalana, Caja de Ahorros del Mediterráneo, Caja-Madrid, CaixaNova Galicia y un largo etcétera de ejecutivos-ladrones están encausados por llevarse los ahorros de los depositantes. Están pendientes de juicio irresponsables como los señores Rato, Viejo, Arenas, Mato y otros por el estilo. El Partido Popular se lleva la palma en cuanto a corrupción se refiere, máxime si tenemos en cuenta que se resiste a considerarse culpable, si bien solo fuera en la esfera política, a la espera de lo que decidan los tribunales. La desfachatez y desvergüenza de los máximos dirigentes del Partido Popular clama al cielo y es muestra de la degradación moral de una sociedad que, sin embargo, hace que el país funciones bajo mínimos. 

Los señores Camps, Barberá, Serra (Don Narcis), Álvarez (Doña Magdalena) son otros ejemplos. En este último caso hay que tener la cara muy dura para seguir formando parte de la cúpula directiva del Banco Europeo de Inversiones cuando está imputada. En el caso de Narcís Serra es la ambición del dinero lo que le ha llevado a caer tan bajo, una persona con formación universitaria y que ha tenido el honor de ser Ministro de Defensa de España. El Partido Socialista tiene las cosas muy mal en Andalucía, pero su actitud ha sido muy distinta a la del Partido Popular. Este último tiene un eje que, partiendo de Palma de Mallorca pasa por Valencia, Madrid y desemboca en Galicia, que no tiene parangón si no es en países con dictaduras corrompidas hasta la médula. Desde los puntos citados la corrupción del Partido que gobierna España se extiende sin freno por toda la geografía nacional y sale al extranjero.

Granados y Acebes, Aznar y Rajoy, todos ellos manchados por el cobro de dinero no declarado a la Hacienda pública, permitiendo la financiación ilegal del PP durante dos décadas, amparando y encubriendo a un sinvergüenza como Bárcenas y a su tropa de menor cuantía... Las empresas no se libran: Rumasa, Blesa con la Caja que creía de su propiedad y a la que expolió, Blasco y las subvenciones para pobres que se quedó para sus negocios particulares, Naseiro y su mafia particular, Sanchís y sus negocios sudamericanos, Lapuerta escondido en su vejez, el presidente de la patronal española (señor Díaz Ferrán, ya en la cárcel) alzando bienes, llevándose el dinero de sus empleados, hundiendo empresas... 

Y todo ello ha sido destapado por la policía, por la policía judicial, por sus servicios especializados, por los jueces de toda condición administrativa. Creo que estamos viviendo una etapa penosa que ha de servir de ejemplo para lo venidero. 

L. de Guereñu Polán.

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