Se lo escuché hoy a
Ernesto Ekaizer y tiene razón. Lo de Gaza no es una guerra es una MATANZA.
Cuando escribo esta reflexión apresurada van ya mas de mil quinientos muertos
en pocos días, y muchos miles más de heridos, centenares de ellos graves; han sido destruidas decenas
de miles de casas, así como la única central eléctrica existente, el suministro
de agua, y atacados hospitales y refugios de Naciones Unidas. En un espacio de
40 km. de largo por 10 de ancho, viven hacinadas 1.8 millones de personas, de
seres humanos. Entre otras cosas son una gran reserva de futura mano de obra
baratísima para lo que haya menester. Según algunos observadores la mayor
cárcel a cielo abierto del mundo.
Hace pocos días que el
Presidente Obama dijo que “Israel tiene derecho a defenderse”, contribuyendo
así a justificar esta auténtica matanza de inocentes. Un acto de cinismo político
pero también de una bajeza moral infinita, indigno de cualquier ser humano
civilizado, pero menos aún de quien preside una de las naciones más poderosas
de la tierra y que además recibió por adelantado y sin méritos para ello el
Premio Nobel de la Paz.
Es por esta complicidad
descarada de los gobiernos norteamericanos por lo que Israel lleva muchos años,
ya no incumpliendo, sino despreciando todas y cada una de las resoluciones de las
Naciones Unidas. Cómplices son también el actual gobierno egipcio, nacido de un
golpe de estado, ratificado luego en un paripé pretendidamente democrático, y
las llamadas “Monarquías del Golfo”, dueñas con los Estados Unidos de una parte
importante de las reservas de petróleo del mundo, y auténticos santuarios del
mas absoluto desprecio de los derechos humanos.
También hace pocos días
que participé en una concentración de apoyo al pueblo palestino, y entre las
muchas consignas que escuché me llamó la atención una pidiendo el boicot a los
productos de Israel. Enseguida me pregunté que productos podría estar vendiendo
Israel en España, y si no sería preferible boicotear directamente los productos
norteamericanos como la Coca Cola o McDonald’s, pero luego comprobé que Israel
si vende en España y mucho. Localicé en internet el sitio “boicotisrael.net” y
obtuve alguna información reveladora.
Los productos de Israel
llevan el código de barras 729, y muchos de ellos son exportados ilegalmente a
Europa al ser elaborados y producidos en territorios ocupados ilegalmente según
las resoluciones de Naciones Unidas.
Entre estos productos
están por ejemplo las patatas LZR, cuyas bolsas de 3 kg., tienen origen de
Israel en las etiquetas. En las bolsas de 5 kg. El origen es del Reino Unido, y
en este caso su código de barras es el 842. Las exporta Agrexco de sus explotaciones en territorios palestinos ocupados. En
España, se venden en Mercadona.
También exporta Israel
a España nada menos que ¡naranjas! marca JAFE de Agrexco-Carmel. Se venden en Carrefour
entre otros establecimientos. Aguas Eden
Spring es una empresa israelí asentada en los Altos del Golán sirio ocupado
ilegalmente desde 1967. “Agua Eden Spring España” distribuye garrafas para
expendedores públicos en hospitales, institutos, gasolineras, etc., y agua
embotellada con la marca “Montaña Azul”.
Además de naranjas la
empresa israelí Agrexco-Carmel
produce y exporta otras frutas como melones, aguacates y fresas, así como
dátiles, hortalizas, flores cortadas y vinos elaborados en los territorios
palestinos ocupados del Valle del Jordán. Algunas de sus marcas son: Ecofresh
Carmel, Carmel Bio-Top, Jordan, Jaffa, Alesia y Coral. Se venden en Carrefour y supermercados entre ellos
el de El Corte Inglés.
De la información publicada en la mencionada página de Internet
me llamó también la atención, y mucho, el hecho de las multinacionales que se
han instalado en los territorios ocupados ilegalmente por Israel, entre las que
destacan por ejemplo Coca Cola, Nestlé,
Johnson&Johnson, Danone, Motorola, L’Oreal, Sephora, H&M, Delta,
etc. que producen y exportan bebidas refrescantes, cosméticos, productos de
droguería, ropa confeccionada, infusiones, chocolates y lácteos, etc.
El negocio para las
multinacionales allí instaladas es redondo: Terrenos probablemente gratis,
fiscalidad a medida o inexistente (quien sabe si subvenciones directas
incluso), mano de obra abundante y baratísima, y al lado mismo de los mercados
europeos. Todo un chollo que además en el caso de España perjudica a nuestras
propias producciones agrarias e industriales, al vender en nuestro país
productos elaborados ya no solo en territorios ocupados ilegalmente según las
resoluciones de Naciones Unidas, sino en condiciones de claro “dumping social”.
Hay quien dice que los
boicots no son procedimientos adecuados y que además no sirven para nada, pero
yo no lo creo. De hecho los Estados Unidos y sus socios son los grandes
abanderados de este tipo de medidas con respecto ya no a los productos, sino a la
economía de los países que -dicen ellos- no respetan los derechos humanos.
Finalmente y fruto de
estas constataciones, una reflexión: detrás de la MATANZA de seres humanos
palestinos inocentes, y de la ocupación ilegal de sus tierras, está también y
sobre todo, el negocio puro y duro, y la mas vergonzosa e indigna explotación
capitalista.
Xesús Mosquera Sueiro.-
1 de Agosto de 2014
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