En lecho de muerte prematura,
abatido por la tisis labrada a pulso por una libido compulsiva, noches movidas y una endeble constitución, Alfonso
XII en víspera de enviudar a su paciente consorte la aconsejaba entre ataques
de tos, ”Cristinita,…guarda el coño, y ya sabes, de Cánovas a Sagasta y de Sagasta
a Cánovas”..
Sabio consejo que la futura regente, Doña María Cristina de Habsburgo siguió al pié de
letra… Era una mujer práctica y de solidos principios morales. Estos últimos le
hicieron fácil atender las indicaciones del difunto esposo en orden a las
partes pudendas…El sentido práctico la llevo a ser escrupulosa con la
Constitución del momento del brazo de sus alternantes primeros ministros. Sobre su espalda y la del Sr. Sagasta cayó la
losa de la pérdida de las últimas colonias americanas y Filipinas, aunque esto
viniera sentenciado hacía tiempo. La Generación del 98 puso letra y pensamiento
a la crisis que golpeo a España moral, política, social y económicamente.
Aunque Baroja y Maeztu en algún momento llegaron a negar la existencia de tal generación, Pedro Salinas
en 1935 desde la Revista de Occidente la reivindicó con energía.
Consejo similar debió dar el
decrepito Caudillo poco antes de su óbito a su sucesor “a título de rey”…Cabe
colegir que obviaría la referencia vulvar…. Y si no se lo dio, la perspicacia
del heredero haría poner en valor la recomendación de su bisabuelo. Funciono
casi cuarenta años con otros protagonistas y similar esquema alineando en lugar
del Partido Liberal a la socialdemocracia y en el de los conservadores, a los conservadores, estos si tan rancios como
los del malagueño D. Antonio. No parece gratuito deducir que el heredero del
dictador lo trasladara a su hijo, al ceder
un tanto a regañadientes la corona.
El acomodo se le desmoronó a D.
Alfonso XIII, que haciendo honor a su numeración, fue lo más cenizo en sus
actos, tanto como para requerir el
concurso de un espadón para aliviar sus problemas…. Empeoró su suerte, que
termino de darle la espalda en unas elecciones municipales que lo llevaron sin
retorno hacia el exilio italiano. Al tal Borbón le había surgido un tipógrafo
gallego D. Pablo Iglesias, el auténtico, que
dijo “si podemos” a sus obreros en el
Bar Labra de Madrid y su voluntad fue esencial para dinamitar con republicanos
y nacionalistas los restos del naufragio en que se ahogaba la primera
restauración.
Hay una cierta tendencia a que
los ciclos históricos se repitan. O al menos los errores. La segunda
restauración nacida al calor de una Transición pactada entre los sucesores
ideológicos y sobre todo económicos del franquismo y unos emergentes políticos fraguados unos en
la lucha contra la dictadura, y los más,
en los anhelos de libertad, al paso del
tiempo comenzó a acumular similitudes negativas con la primera. El proceso se
anquiloso encorsetado en una ley electoral nacida con vocación temporal… El secuestro
de los partidos por los aparatos políticos… La cada vez mayor utilización de la
política como recurso laboral o de intereses bastardos… El escaso control real
de la ciudadanía sobre la vida pública. Un peligroso desenamoramiento del
ciudadano de la política…
El modelo implantado en llamado “Pacto
del Pardo” en noviembre de 1885, entre Cánovas
y Sagasta bajo la mirada atenta del general Martínez Campos dio lugar al
turnismo en el poder entre los partidos dinásticos, liberal y conservador. Su
estela llega hasta la actualidad, distintas
las formas pero con un fondo próximo... Y tal como sucedió en la primera
restauración, la actual muestra severas fisuras acosada por patologías que
tienen mucho en común…corrupción, falta de credibilidad, clientelismo, desvío
de interés de la ciudadanía de la cosa pública,
crisis moral y económica y degradación de la calidad democrática del
sistema.
Se atribuye cinematográficamente
al cartero, llamar dos veces…Haciendo
acopio de sentido común, debiera evitarse iterar que la indignación ciudadana
en menos de cien años llame por segunda vez a la quiebra del sosiego de la
convivencia. Un chiste de mal gusto en
la red dice que un gallego y un alemán
cada cien años joden a España, emparejando a Franco y Hitler y a Rajoy y
Merkel. Otro tanto con similar falta de delicadeza
podría decirse del problema catalán en cada proceso democrático… Cabría esperar
que desperezándose de la abulia que lo identifica, el presidente del gobierno se
interesase en hacer algo sobre el particular… Algo distinto a enconar el
problema. Lo que viene haciendo desde
que su partido recurrió el estatuto catalán en el T.C. y sacó mesas a la calle
para recoger firmas “contra Cataluña”… Que el Sr. Rajoy no es la solución
parece estar fuera a de duda…Pero tampoco hay duda alguna que al PP le cabrá la
dudosa gloria de haber atizado el pleito hasta la dimensión que hoy tiene.
El líder del otro partido dinástico también
debe afinar. Sobre todo escrutando los orígenes de su organización y su razón de ser. Reflexionando en orden a si
su misión es estar al servicio de los intereses ciudadanos, liderando los
sentimientos progresistas y democráticos de la sociedad, o plegarse a servir a la dinastía y a los intereses instalados…Y tras ello, revisar
la hoja de ruta replanteándose la
utilidad de continuar circulando por un tramo que todo apunta a su agotamiento.
Y ello, sin perder de vista que algún convoy emergente, con una carga no
perfectamente identificada, está listo para un incierto relevo agrupando en el
evento vagones de diversos orígenes.
Antonio
Campos Romay
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