martes, 11 de noviembre de 2014

¿Declaración unilateral de independencia?

No he leído los artículos que se han publicado aquí sobre el caso de Cataluña, pero sin perjuicio de hacerlo, se me ocurren dos cosas fundamentales. La primera es que no parecen ser mayoría los partidarios de la secesión (a no ser que el proceso de votación sin garantías se prolongue "ad kalendas graecas" hasta que se consigan los resultados deseados). La segunda es que, cerrada la vía legal, se emprenda la vía insurreccional (no sería la primera vez en la historia), por ejemplo, mediante una declaración unilateral de independencia por parte del Parlamento catalán, para lo que sí hay mayoría. Pero si se sigue este método debía haber luego una masiva movilización popular en favor de aquella declaración, lo que no parece seguro que se diera. Probablemente por esto los dos partidos de la secesión no plantean dicha declaración institucional. 

Queda señalar que una declaración unilateral en este sentido también sería ilegal, pero ahora estaríamos en una política de hechos consumados que solo prosperaría si se diera aquel apoyo popular masivo en la calle, el reconocimiento internacional y la garantía de que el nuevo Estado no arruinaría con el proceso a los ciudadanos. 

Creo que la división de la sociedad catalana, que la mayoría de los partidos -si no todos- han contribuido a que se dé, no permite, en razón, seguir con el proceso-farsa emprendido; simplemente los partidos nacionalistas y sus comparsas debieran reflexionar que es mejor esperar y empezar negociaciones con los partidos alternativos para un próximo gobierno, sabido que el actual no es solo una cloaca de corrupción sino la más clara muestra de incapacidad política, liderado por un curioso y peligroso personaje del que no se puede esperar nada bueno.

L. de Guereñu Polán.

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