martes, 11 de noviembre de 2014

Es política estupido...


“The economy, stupid”, es una frase surgida en la campaña de Bill Clinton frente a George Bush de 1992. Hizo fortuna en  la cultura política estadounidense y también más allá de sus fronteras aplicándose a aspectos distintos. Se acomodaría al talante y falta de talento del ejecutivo del Sr. Rajoy, su obtusa capacidad de iniciativa y al conjunto partidario que respalda sus actos al socaire de una mayoría absoluta que se comparezca ya muy poco con le realidad sociológica.

El soniquete de la judicialización del tema catalán como única salida del Sr. Rajoy y sus adictos en permanente autismo, les equipara al que practican desde la Generalitat sus responsables. Rehenes de esta sandez supina, el pueblo catalán, sometido a la tenaza de dos nacionalismos, el español y el catalán. Entre la fiebre recentralizadora más reaccionaria y el separatismo más exaltado… En todo ello nada que huela a política, sino a lo que los italianos llaman “manca finezza” llevada al absurdo. Algo que define  bien la acción presupuestaria en los momentos actuales del Sr, Montoro, que en el presupuesto para 2015 penaliza a Catalunya en un 57% con respeto a 2011 en la inversión per cápita y contempla la menor inversión pública regionalizable  del Estado en Cataluña en 17 años (El País).  

 Es un bisoño D. Pedro Sánchez, con todo por demostrar, quien ha entendido, que pese a sus objeciones de orden legal al llamado “proceso participativo”, la necesidad de decirles a los catalanes “que juntos con el resto de los españoles estarán mejor que solos”. “Us estimem. Volem una Catalunya a la vanguardia del canvi a Espanya”. Y que desea tenerlos en una España abierta y para todos. Algo novedoso en orden a dos interlocutores, Rajoy y  Mas empecinados en dialogar a través de los tribunales, en clara dejación de su capacidad política o evidenciando su incapacidad para la misma.  

 El Sr. Mas justificó este proceso desde que lo inició hasta llegar a la más que extravagante puesta en escena del domingo 9, en la necesidad que entiende  una parte de su formación política y aquella de la que es rehén y otras formaciones afines, que en su conjunto muestran una mayoría significativa en el Parlament, que es necesario saber lo que piensa el pueblo de Catalunya respeto de determinadas cuestiones. Algo que en principio es difícilmente objetable, pese a otras razones distintas e incluso legítimas. Como es de difícil asimilación conceptual la expresión de la dirigente popular  Dña. Alicia Sánchez Camacho (14/10/2014) “que no se pueda votar es una victoria de la democracia”. 

Seguramente el itinerario hubiera sido mucho menos complejo y desde luego más honesto de haber actitudes distintas. Con lealtad institucional recíproca, una mayor transparencia y mucha menos hipocresía en sus protagonistas, hubiera sido posible otro desenlace. Algo difícil de recabar en una de las partes, el PP, que tras la aprobación por el Parlament, retocado y aprobado por el Congreso y refrendado por el pueblo catalán llevo al Tribunal Constitucional (en situación institucional como mínimo anómala) el Estatut para tumbarlo y de paso erosionar al presidente Sr. Rodríguez Zapatero…Por  medio, los populares no ahorraron medios para  ahondar de la forma más zafia la brecha  con Cataluña en diversos escenarios… Incluyendo campañas de boicot  de los productos catalanes por el hecho de serlo… (seguida por el 21% de los madrileños, según orgullosamente subrayó ABC).

Cuando algunos dirigentes  que se apuntan al “progresismo” en el PP, citan a D. Manuel Azaña, fuere menester recordasen sus reflexiones: "Hay que dejar paso al Estatuto y no hay derecho a contraponer nunca la vigilancia, el cuidado y el amor a la cultura castellana con la vigilancia, el cuidado y el amor a la cultura catalana [...] Tan española es [la cultura catalana] como la nuestra y juntos formamos el país y la República".

El separatismo catalán estará en deuda eterna con el integrismo del P.P. Por su parte, el Sr. Mas con su concepto de lealtad institucional, producto de ser una asignatura impartida cuando el no asistió a la facultad, perfectamente podría haber esperado a la resolución definitiva del TC de su Ley de Consultas. Tras el fallo sería más entendible plantear un procedimiento alternativo.  Siendo por cierto un espectáculo esperpéntico observar como de facto el gobierno conservador hace pieza angular de su estrategia, que el TC se convierta de facto en tercera Cámara…Algo sobre lo que no han tenido el buen gusto de informar a la ciudadanía porque motivo inducen tal situación.   

Salvo las efusiones de patriotismo lírico y festivo o  amenazas jurídicas o presuntamente testiculares, no se atisba algo que reclama el sentido común. Abrir las compuertas de la política, la armonización de posturas, el dialogo y erradicar sin contemplaciones los talantes inmovilistas propiciadores de fracturas que terminen siendo insalvables. Algo que parece entusiasmar a los fundamentalistas de ambos colectivos, que si algo tienen en común es lograr de la ciudadanía cada vez mayores cotas de fatiga y estupor. 

Los “resultados” de este domingo siendo importantes y aceptando unas cifras obtenidas con mejorable rigor, se estancan en las aportadas por las Diadas de estos tres últimos años. Afianzan un escenario no menor. Pero no nos indican la posición del resto de la ciudadanía que en orden a sus razones se abstuvo de algo que como mínimo percibían como una coartada personal del Sr. Mas y su fracaso, apoyado de mala gana por otros miembros de su posicionamiento.

Tras cierto tiempo de democracia, aceptados como miembros de la UE y sufriendo los avatares del euro y de una globalización que arroja sobre nosotros más sombras que luces, caminando una senda que nos es común y que reclama ser reconsiderada, es hora de hacer balance de la conciliación de nuestra diversidad territorial y plurinacional frente a tentaciones ultra-centralistas. Entender como activo lo que se percibe  “diferente” y no como una molestia a eliminar, y menos como algún energúmeno megáfono en mano desearía. Entendiendo que Cataluña es España, pero no de España en el viejo concepto unitario castellano. Algo que vale para Euskadi y para Galicia.

El 27 de marzo de 1930, (van ya 84 años),  al final de una cena en el restaurante Patria de Barcelona, en la que participaban intelectuales madrileños y catalanes,  manifestó D. Manuel Azaña que concebía España,…"Con una Cataluña gobernada por las instituciones que quiera darse mediante la manifestación libre de su propia voluntad". "Unión libre de iguales con el mismo rango, para así vivir en paz, dentro del mundo hispánico que nos es común y que no es menospreciable,,, Y he de deciros también que si algún día dominara en Cataluña otra voluntad y resolviera ella remar sola en su navío, sería justo el permitirlo y nuestro deber consistiría en dejaros en paz, con el menor perjuicio posible para unos y para otros, y desearos buena suerte, hasta que cicatrizada la herida pudiésemos establecer al menos relaciones de buenos vecinos".
Antonio Campos Romay

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