domingo, 30 de noviembre de 2014

Violación de los tratados

Primero fue el Gobierno danés, luego el francés, donde el dúo Hollande/Valls hace estragos, también el Gobierno del en mala hora Presidente Berlusconi, han violado los tratados al poner inconvenientes -a veces insalvables- para la libre circulación de personas entre ciudadanos de la Unión Europea. Ahora es el Primer Ministro Cameron el que amenaza con prohibir la estancia en el Reino Unido de ciudadanos de la UE si no encuentran trabajo en seis meses.

Esta gente no pone obstáculos a la libre circulación de capitales y de mercancías, pero lo de las personas ya es otra cosa. Se trata de una flagrante violación de la Directiva 2004/38/CE de 29 de abril, relativa al derecho del que aquí se trata. Esta Directiva recoge todo lo que antes se había aprobado por la Unión Europea en materia de libre circulación de personas, lo que está ya expresamente en el Tratado de Maastricht e, implicitamente, en el Tratado de Roma.

La Unión Europea, hoy, no es lo que pretendió en 1957, por mucho que haya ayudado al desarrollo económico de los países miembros y a mantener la paz entre ellos. Entre otras cosas hay países que tienen una política exterior al margen de la UE, como es el caso del Reino Unido (no digamos ya el caso del euro), en materia de medio ambiente, de orden público, de extranjería... también las políticas nacionales se imponen a las de la UE. ¿Como se pretende que no haya euroescépticos? Hasta ahora este era un calificativo para los populismos europeos y la extrema derecha; también para ciertos sectores de la opinión pública británica; pero ahora el euroescepticismo se encuentra también entre personas de izquierda.

Si los derechos humanos, principio sobre el que se contruyeron las ideas que han caracterizado a la Europa democrática desde hace tiempo, y que hunden sus raíces en ideas muy granadas de la Ilustración, pasando por el liberalismo progresista, por el socialismo decimonónico en sus diversas vertientes, por los sindicatos de clase y la gran lucha llevada a cabo contra el fascismo en el siglo XX; si los derechos humanos -digo- no están en el centro de toda política europea, entonces no es suficiente todo el progreso económico que la UE pueda proporcionar, porque además se ha conseguido a partir de la marginación de amplias capas de la población -europea y no europea- pues es claro que cada vez hay más diferencia entre ricos y pobres. 

La crisis que despuntó en 2008 y que todavía padece el mundo desarrollado, ha dejado en la cuneta a millones de personas, muchas de las cuales encuentran una salida -siquiera sea penosa- yendo a donde puedan encontrar trabajo. ¿Que razón política, moral, de equidad, se puedar dar contra los que vagan de un país a otro en busca del bienestar de sus familias?

El señor Cameron ha dado ya muestras de estar más preocupado por el papel creciente que tiene la extrema derecha en su país que por los derechos humanos. Es lástima que esto también ocurra con socialistas, al menos de nombre, como los señores Hollande y Valls. Mientras tanto ¿que hace la Internacional Socialista? Porque entro en su página de Internet y no está este asunto entre sus prioridades. Parece la IS más una burocracia atrofiada que un instrumento en favor de los más necesitados. 

Las diputadas y diputados deben denunciar, en el Parlamento Europeo, las políticas segregacionistas entre ciudadanos de la UE, sean rumanos, gitanos de cualquier nacionalidad, latinos o europeos del este las víctimas. De no tener éxito las denuncias que aquí pido ¿que le queda a la UE sino seguir siendo un gran mercado donde los más poderosos hacen extraordinarios negocios, donde siguen existiendo los paraísos fiscales, donde las políticas económicas retrógradas se hacen al "diktat" del Banco Central Alemán?

L. de Guereñu Polán.

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