lunes, 8 de diciembre de 2014

Ante el aniversario de la muerte del fundador

En abril de 2005 decía Gómez Llorente: "Pablo Iglesia creó dos organizaciones con un solo y el mismo fin: la emancipación de la clase trabajadora... Tan socialista se es luchando por aquel ideal en el Partido como en la Unión. Algunos, que iniciamos temprano nuestra vida cívica reorganizando las Juventudes Socialsita allá por los últimos años cincuenta, encauzamos luego nuestra militancia preferente en el Partido, habiendo desembocado finalmente en poner nuestros conocimientos y lo mejor de nuestros afanes al servicio de nuestro sindicato...

Hay un motivo por el que los socialistas de viejo cuño nos sentimos a gusto en los sindicatos: los partidos pueden evolucionar hacia el interclasismo, y hacia una praxis política contemporizadora con los poderes económicos, así como con la estrategia internacional de las potencia hegemónicas, y a veces -preciso es recordarlo- no tienen otra alternativa... Pero los sindicatos son siempre, por definición, organizaciones de la clase trabajadora. Son inexorablemente y mientras existan, los más legítimos herederos y continuadores de cuanto significa en la historia el movimiento obrero. La tarea sindical no es otra sino la defensa de los intereses de la clase trabajadora, sea frente a la patronal, sea ante el Gobierno del Estado...

Un financiero inteligente y experimentado como George Soros, que no ha olvidado su formación intelectual originaria centroeuropea, no tuvo inconveniente en su más famosa obra ('La crisis del capitalismo global') de citar a Carlos Marx, elogiando en este punto su certera predicción de que el sistema capitalista acabaría penetrando hasta el último rincón del planeta y hasta el último aspecto de la acticidad humana susceptible de ser mercantilizado...
 
Especialmente debe preocuparnos que el pensamiento y el gusto queden cada vez más subordinados y condicionados por las manipulaciones del mercado, sometidos a las exigencias de los intereses mercantiles. Esto afecta a la investigación, a la producción estética y literaria, a la conducción del gusto para que se encauce la demanda de unos determinados consumos; a la idea misma de felicidad que conviene imprimir en las grandes mayorías a fin de que se sostenga un modelo de desarrollo económico a cualquier costo...

Si alguien me pregunta: ¿Que es lo diferencial específico del socialismo? Le respondería sin vacilar: LA IGUALDAD. La igualdad entendida como igual libertad para todos... Si se me pregunta en que ha consistido lo específico-diferencial del socialismo español, contestaría con una palabra: PABLISMO. Pablismo es el estilo que infundió Iglesias a las organizaciones por él creadas. Iglesias se consideraba a sí mismo un fiel marxista, pero fue sobre todo un gran humanista y un regenerador de la vida pública. Por eso lo respetaba tanto Ortega y Gasset, y por eso lo admiraba y quería tanto D. Antonio Machado.

Sus principales virtudes fueron la laboriosidad incansable al servicio de los trabajadores, su seriedad, es decir, la implacable coherencia entre lo que pensaba, lo que decía y lo que hacía; su sereno arrojo para estar donde creía debía estar, lo que le llevó siete veces a la cárcel. Fue laico y republicano sin estridencias. Hay que destacar su prudencia, por eso desconfiaba del mito de la huelga general revolucionaria. Sin negar que en la sociedad habría un día un corte drástico, operaba cotidianamente como un gradualista, pero sin abdicar de la meta. Ese conjunto de rasgos perfilan el pablismo y evocarlos, así como difundir los conceptos de las grandes figuras de la historia del socialismo, es otra de las tareas que creo debemos asumir sobre todo quienes estamos alejados del fragor del día a día...".

En honor y recuerdo de Pablo Iglesias (1850-1925) he puesto esto aquí, por si sirve de algo.

L. de Guereñu Polán.

1 comentario:

Suso Mosquera dijo...

Magnífico y oportuno artículo. Que palabras tan actuales a pesar del tiempo trascurrido.