La Asociación de
Magistrados Europeos por la Democracia y las Libertades (MEDEL) que agrupa a
15.000 magistrados y fiscales de once países, ha pedido al Gobierno Español el indulto de Baltasar Garzón. Es seguro que el actual
gobierno del Partido Popular no atenderá esta petición, pero también lo es que
el ejecutivo que preside Mariano Rajoy parece tener los días contados.
Cierto que un nuevo
gobierno puede no tener fácil el poder hacerlo. Primero porque a tenor de lo
que vaticinan las encuestas será fruto de los pactos tácitos o expresos entre
diversas fuerzas políticas, lo que puede obligar a establecer prioridades no
siempre coincidentes entre sus integrantes. Segundo, porque podría suponer un
enfrentamiento fuerte y abierto con los órganos del actual Poder Judicial,
responsables en gran medida de la expulsión de Garzón y muy próximos al
gobierno actual, y que el Partido Popular ha concebido y diseñado como una decisiva
palanca política.
Aún así, el nuevo poder
político y el nuevo gobierno que llegue
a este país tras el nefasto mandato del PP y de Rajoy, tiene en la Justicia una
asignatura pendiente. Algo importante que el Ministro Gallardón lejos de
mejorar agravó hasta el punto de verse forzado a dimitir. La Justicia es
cuestión principal y mas importante que la cuestión económica por ejemplo aunque
no lo parezca, pues sin justicia todo
crecimiento económico puede ser baldío e inútil para los ciudadanos mas
desfavorecidos o que viven en la pobreza y carentes de los derechos mas
elementales fruto precisamente de una injusta e inadecuada distribución de la
riqueza del país.
La cuestión judicial es
un asunto pendiente en la democracia española pues no fue adecuadamente
resuelto durante los años de la transición. El empeño del Partido Popular en
tratar de resolver por la vía judicial los asuntos de pura y simple naturaleza
política no ha hecho más que retorcer la voluntad democrática de los ciudadanos
en cuestiones importantes y poner en evidencia el problema de fondo: Un sistema
judicial dependiente y cautivo del poder político. Recientemente se ha hecho
público un informe del Foro Económico Mundial, también conocido por Foro de
Davos, que, tras las reformas de Gallardón coloca a España al nivel de Irán en
materia de independencia judicial.
Los polémicos
nombramientos de los últimos integrantes del Consejo General del Poder Judicial
y del Tribunal Supremo. La expulsión del Juez Elpidio Silva por el caso
Bankia/Miguel Blesa. Las abiertas presiones sobre el juez Castro por el caso
Palma Arena, las presiones y manipulaciones habidas sobre los jueces
intervinientes en la Gurtel después de Garzón en Madrid y en Valencia. Las
presiones y maniobras sobre el Juez Gómez Bermúdez y otros, son muestras
recientes de una realidad que la ciudadanía percibe como grave y preocupante
desde hace tiempo y que se ha agravado
en los últimos años. Las severas limitaciones impuestas por el gobierno del PP
al principio de Justicia Universal que han supuesto ya la excarcelación de mas
de medio centenar de importantes narcotraficantes condenados y presos, y la
paralización de otros juicios relevantes en marcha, abundan gravemente en la
deplorable realidad de la justicia en nuestro país.
Con seguridad que ha
sido la expulsión del Juez Garzón de la carrera judicial después de haber sido
señalado y acosado por el Partido Popular en represalia por el Caso Gurtel y
por su actuación contra los crímenes del franquismo, el hecho que ha situado a
la Justicia española en su mayor nivel de descrédito internacional. La petición
de los jueces y fiscales europeos que piden su indulto así lo pone de
manifiesto. Las pruebas de solidaridad con Garzón procedentes de ámbitos
judiciales y políticos de toda Latinoamérica también lo corroboran.
El nuevo gobierno de
España tiene en le reforma y renovación del sistema judicial tal vez uno de sus
mayores y mas importantes desafíos. Y para que esa reforma sea creíble dentro y
fuera de España, puede ser imprescindible que algunos atropellos sean reparados
por la vía del indulto, aunque los todavía poderosos residuos del franquismo
que perviven en nuestro sistema judicial se puedan oponer a ello con todas las
fuerzas a su alcance.
Xesús Mosquera Sueiro /
15 de marzo de 2015
1 comentario:
Guereñu: ya me gustaría.
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