miércoles, 18 de marzo de 2015

RECORTES Y MAS RECORTES, PERO LA DEUDA CRECE MAS Y MAS

Rajoy recibió un país con una deuda pública a finales de 2011 de 734.962 millones de euros, equivalentes al 68,5% del PIB. Poco más de tres años después, a comienzos del 2015, la deuda pública de España asciende a 1.035 BILLONES DE EUROS, lo que supone el 97,8% del PIB, y no parece haber tocado techo.

Con el porcentaje de deuda del gobierno de Zapatero se dispararon entonces todas las alarmas, se pusieron en circulación los más gruesos calificativos y los más negros augurios. Con la deuda como pretexto el gobierno de Rajoy procedió a recortarlo todo (inversiones públicas, prestaciones sociales, salarios, derechos laborales, pensiones, etc.) a impulsar la privatización de servicios públicos básicos como la sanidad y la educación, y a subir impuestos a todos menos a los ricos (IVA, copagos, tasas incluso para acceder a la justicia, etc.) Y, ¿Cuál es el resultado? ¿Acaso esa mal llamada política “de austeridad” ha servido para reducir aquella escandalosa deuda? Pues no, sino todo lo contrario, la deuda se ha incrementado en solo tres años ¡en un 43%! Pero ahora, curiosamente, ni el FMI, ni la OCDE, ni la Comisión Europea, ni el Banco de España, ni los gabinetes de estudios de los bancos españoles, ni siquiera las famosas agencias de calificación (Estándar & Poor´s, Moody´s, Fitch, etc) dicen ni pio, a pesar de que ahora la deuda es mucho mayor.

Los intereses anuales que toca pagar por la deuda contraída también han subido. De los 12.000 millones de euros de 2011 hemos pasado a ¡35.000 millones! en los Presupuestos Generales del Estado para 2015. A cada español le tocan 22.252 euros de deuda pública. Si a la deuda pública le añadimos la deuda privada, la deuda externa española alcanza la cifra de 1,7 BILLONES DE EUROS, mas del 161% del PIB, según datos del Banco de España.

Por lo que respecta a Galicia su deuda pública alcanzó a finales de 2.014 los 9.961 millones de euros, el equivalente al 18% del PIB regional. Son 748 millones mas que a finales del 2013, un incremento del 8,1%. Cuando en abril de 2009 Alberto Núñez Feijoo sucedió a Emilio Pérez Touriño como Presidente de la Xunta, la deuda pública de la comunidad autónoma era por entonces de 3.954.000 euros, el 6,8% del PIB regional. Durante su mandato, y mas todavía desde la llegada del Partido Popular al Gobierno de España a finales de 2011, el Presidente Feijoo se autoproclamó ejemplo a seguir en políticas de austeridad, con recortes durísimos en materia de sanidad, educación y servicios sociales, e incluso reduciendo el número de consellerías y suprimiendo todas las delegaciones provinciales de las mismas. Sin embargo el resultado en materia de deuda publica es el mencionado: En cinco años la deuda publica de Galicia se ha incrementado ¡en un 152%! en cifras absolutas y ¡en un 165%! En porcentaje del PIB regional.

En los ayuntamientos la tónica es parecida, o incluso mucho mas grave en algunos casos. Por el volumen de su deuda destaca Madrid, seguida de Barcelona, Valencia, Zaragoza, Málaga, Jerez de la Frontera, Sevilla, etc. Hay excepciones como por ejemplo el ayuntamiento de Bilbao que se aproxima a la deuda cero, lo que pone de manifiesto que el margen para una mejor gestión existe.

Por lo que respecta a Galicia el Ayuntamiento de Vigo con una deuda pública de 15,9 millones de euros dice encaminarse igualmente a la deuda cero y presume de ser uno de los mejores de España en cuanto a gestión económica. No es el caso del de A Coruña donde la corporación municipal que preside el actual alcalde Carlos Negreira, recibió en 2011 de la anterior corporación presidida por Javier Losada, un ayuntamiento con una deuda pública de 74.702.640 de euros, a finales de 2013 la deuda publica consolidada según lo publicado en la propia página Web del ayuntamiento ascendía a 96.860.930 euros, un incremento en tres años de 22.158.290 euros, un porcentaje próximo al 30%.

La deuda es un durísimo lastre y una amenaza permanente sobre la economía y sobre la propia soberanía del país. Los datos someramente expuestos hasta aquí ponen de manifiesto el absoluto fracaso de las políticas de recortes y “austeridad” llevadas a cabo hasta ahora. La situación no ha mejorado sino que ha ido a peor en todos los parámetros incluidos los del empleo, población activa y ocupada, condiciones de trabajo, etc. Ha crecido la pobreza hasta niveles dramáticos y alarmantes, y la emigración vuelve a ser la única salida para la gran mayoría de nuestros jóvenes. Con estas políticas no podemos seguir porque caminamos cara a un desastre cada vez mayor por mucho que toneladas de propaganda nos quieran hacer creer lo contrario.

Xesús Mosquera Sueiro / 18 de marzo 2015
  



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