lunes, 11 de mayo de 2015

ELEMENTOS DE REFLEXION: CALIDAD DE VIDA Y DEMOCRACIA, SOCIEDAD SOLIDARIA Y LIBERTAD.


El régimen nacido en sangre y traición, golpe de estado y guerra civil, que parió la dictadura cerril e inculta, de noche de piedra y sables, casi logró a través de su aparato propagandístico uniforme y uniformado, borrar de la memoria de los españoles el recuerdo de la eclosión de inteligencia, amor a la cultura, impulso socializado de la educación, y desarrollo del librepensamiento, que fue la II República, satanizando de paso, el sistema civilista y racional que representaba.

 Una pléyade de personalidades ligadas a la política, a diversas ramas del saber, la cultura y la ciencia que se reflejan  en nombres como Besteiro, De los Ríos,  Alcalá Zamora, Negrín,  Azaña, Unamuno, Lorca,  Cernuda, Machado, Max Aub, Sender,  Picasso. Pau Casals, Bosch Gimpera, Altolaguirre, Corpus Barga, Barea, Mercé Rodoreda, Pi i Sunyer, Puche Álvarez, Costero,  Pitaluga, Josep Trueta ó Severo Ochoa, por citar apenas algunas, no solo fueron denigradas y difamadas por los sayones del franquismo ramplón sino que intentaron sepultarlas bajo los muros del nacionalcatolicismo y las tinieblas del régimen. Al tiempo su imperativa salida de España fue una cruel sangría de lo más granado de la intelectualidad que supuso una salvaje mutilación cultural, y un brutal retroceso del que España tardaría muchas décadas en recuperarse.

Un partido político, que alardea de ser centrista y democrático, y que goza de nutrida representación parlamentaria, siempre se mostró favorable a sostener y no enmendar tal patético estado de cosas. Oponiéndose tenazmente a la Ley de Memoria Histórica o torpedeando cualquier intento de reparación a las víctimas de aquel drama. Abogando tenazmente por perpetuar los símbolos y oropeles que en demasiados sitios honran a canallas que deshonraron al pueblo y lo pisotearon con sus sucias botas ideológicas, fundamentalistas y totalitarias. Es curioso el mimetismo entre muchos miembros de dicho partido y todo aquello que afecta a una etapa pretérita que se corresponde al nubarrón nazi - fascista que golpeó a Europa en las décadas de los veinte a los cuarenta del siglo pasado…Aunque, en la otrora Europa totalitaria, el engendró, se erradicase de raíz. A nadie en su sano juicio, en las formaciones conservadores europeas, se le ocurriría a día de hoy, hacer guiños a aquel pasado infame o mostrar complicidad tacita o expresa con él. 

Quizás todo eso contribuya a que tengamos una sociedad narcotizada, donde la conciencia democrática es todavía un bien escaso, lo que la hace víctima propiciatoria de los depredadores que se han hecho con el monopolio, primero de los recursos y la riqueza y finalmente de la política… Una sociedad en la que se tiende a considerar heréticos a los que plantean demandas reformadoras. La involución ideológica que cada día nos alarma con medidas, -algunas tan zafias como la Ley Mordaza-, es el producto de décadas de análisis interesados en laboratorios ultraconservadores a lo que hace unos años se unió FAES con eficaz entusiasmo. Frente a ello la socialdemocracia tanto en España, como en el resto de Europa, mostró una letal ceguera y estratégicamente se vio desbordada. La ciudadanía perdió poder político, si es que en algún momento lo tuvo más allá de un mero espejismo. La cultura de izquierdas se ha fragmentado peligrosamente y la clase media y los trabajadores en general han perdido su capacidad de respuesta al poder. Los poderes económicos y financieros han conseguido situar en posiciones defensivas, de temor y angustia a la ciudadanía, doblegándola con reformas crueles, muy ajenas a sus intereses. Por vía de los hechos se avanza hacia el autoritarismo y la insolidaridad.

El consenso más o menos alcanzado entre el mundo del capital y el del trabajo y que amortiguó muchas tensiones en Europa desde 1946, tras el final del la II guerra mundial, y que en España, contribuyó a abrir el dialogo democrático en 1977, ha sido violentado unilateralmente, al amparo de la crisis que soportamos, y el miedo de supervivencia que genera, por la derecha europea en general, que en España, mostró su versión más montaraz en este último trienio. 

Recuperar Calidad de Vida y Democracia,… Sociedad Solidaria y Libertad, debieran ser elementos prioritarios de reflexión y objetivos capitales de las formaciones políticas progresistas democráticas, que habrán de salir con pujanza de su letargo. Recomponiendo su situación diezmada y el marasmo que las acogota, donde su ombligo semeja más importante que el interés de colectividad.  Tienen una cita transcendente, que ya no admite espera. Pilotar el trabajo y esfuerzo del conjunto de la sociedad y su monumental indignación.  

Algo que exige la presencia activa de la socialdemocracia, cuyo legado histórico debe ser puesto en valor, sin el menor complejo,  ante propuestas emergentes, - interesantes como acicates, y fáciles de entender como legitimas eclosiones de indignación y reivindicaciones genéricas puntuales, pera que aparentan precarias al paso del tiempo. El socialismo democrático debe hacer valer su presencia, restaurando sobre bases solidadas, la credibilidad del contrato social de la izquierda democrática con la ciudadanía. Alianza cuya utilidad quedo contrastada en los logros habidos durante décadas, al tejer un incipiente y saludable Estado de Bienestar, que estamos viendo cómo se desmantela con la mayor impunidad… Pero sabiendo que el tiempo político es otro…tanto en la forma de hacer política, en las actitudes y en los o las llamadas a encarnarlos. Ni es tiempo de fontaneros más preocupados por las tripas del partido ni de viejos santones dados a conceder bulas de pedigrí ideológico desde una posición periclitada.

Es un camino espinoso en el que como primera medida hay que cerrar el capítulo constituyente abierto a duras penas y con notable acierto en los difíciles momentos de la Transición.  Es hora de una profunda reforma constitucional, partiendo de lo positivo, que no es poco, para afrontar los grandes los debates pendientes. Entre ellos uno no menor, la forma de estado.  Y no cabe el manido argumento de la oportunidad o lugares comunes similares. Es un pésimo ejemplo la familia que usufructúa sin fecha de caducidad la jefatura del estado. Su voracidad desbocada en satisfacer pasiones de abuelos, nietos, hijas, divorcios, etc., sin límites en el desparpajo al invadir el erario público es ofensiva en un país con una cifras de paro tan dolorosas y con casi el 20 % de la ciudadanía en situación de desamparo económico cuando no bordeando la exclusión del sistema, situación donde los menores y los jóvenes son grandes afectados.
  ANTONIO CAMPOS ROMAY

 

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