Desde el sábado de
gloria, de gloria de Messi, que firmó uno de los goles de más bella factura
visto en mucho tiempo, no para de haber casi tanto ruido, como el que epató la
Marcha de los Granaderos en el Nou Camp. Ciertamente es una muestra de que no
pocos, están necesitados del conocimiento que pudiera derivarse de esa
asignatura que la derecha nacional de mano de la Conferencia Episcopal retiró satanizandola
de los planes de estudios, “Educación para la Ciudadana”. Otros pensaran que frente
al entusiasmo de los monosabios del régimen borbónico que tantos engarces tiene
en el franquismo por su origen y en el postfranquismo incorporado a la
Transición, y que implementan la política al deporte, haciendo herencia de la “Copa
del Generalísimo” en una travestida “Copa del Rey”, cuando posiblemente debiera
ser la Copa de España, con la parafernalia que comporta, se sientan autorizados
a echarles un pulso.
La pitada a la marcha
de los granaderos que actualmente es himno oficial de España, puede que fuese
un espectáculo lamentable, en tanto afecta al conjunto de la ciudadanía. Otra
cosa es, aunque sea difícil determinar en qué medida, lo que conllevaron como
muestra de incomodidad con la institución monárquica y quien la representa.
Pero no menos lamentable fue la ausencia, presumiblemente dictada por la
cobardía, del presidente del gobierno Sr. Rajoy acompañando al jefe del estado.
Al igual que la ridícula risa floja y meliflua del Sr. Mas, que le despoja de cualquier categoría propia de un líder coherente
con su responsabilidad. Algo, que una vez más evidencia la mediocridad de los
gobernantes que padecemos. El Sr. Rajoy
para acentuar su desubicación, tras el partido saca a través de su fiel
escudera, la Sra. Sáez de Santamaría un comunicado, tan patético como la
ridícula actuación del Sr. Sánchez perdiendo las nalgas para servir de pañuelo
al Borbón… ¿Hubo tal diligencia por parte del Emérito Rey Campechano cuando fue
soezmente abucheado el Sr. Zapatero durante los actos del desfile de la las FFAA,
con absoluto desprecio tanto a que sonase la Marcha de los Granaderos o el
Toque de Silencio? No cabe recordar el crujir de dientes ni el rasgarse las
vestiduras de los que hoy semejan al borde del ataque de nervios. Ni llamadas
de consuelo o apoyo a la Zarzuela. Si está en las hemerotecas para ser
recordado, la entusiastica defensa de los que entonces, si eran “indignados
ciudadanos”…”usando legítimamente su libre derecho de expresar su opinión” y
otras lindezas que aplaudían comprensivamente los máximos dirigentes del PP y
sus corifeos…
Seguramente no poca
gente ante estos símbolos –plenamente constitucionales- no por ello en su fuero
íntimo pueda dejar de pensar que les han usurpado, no solo la bandera y el himno,
sino también el país. Una gran mayoría, sin compartir el comportamiento habido
en las gradas, lo contemplen con la indiferencia de un acto contestatario más
sin por ello traumatizarse ni hacer ninguna clase de drama. Quizás los de más
edad recuerden esa misma Marcha de los Granaderos desletrada, con una letra efímera
compuesta por José María Peman, poeta de cámara de cuanto de casposo y fascista
hubo en este país y finalmente consejero áulico del Borbón de Estoril…: “Viva
España/Alzar los brazos hijos del pueblo español/que vuelve a resurgir/Gloria a
la patria que supo seguir/sobre el azul del mar/el caminar del sol/….”
Diego Esteban Capusotto también conocido como
Peter Capusotto , un argentino humorista, actor y guionista a través de uno de
sus personajes, Violencia Rivas dice : “Para mí, las tradiciones, los símbolos,
las banderas, las nacionalidades, las religiones o cualquier otra cosa que te
imponen sin preguntarte, no son más que un montón de veneno, con lo que te
asesinan la libertad y convierten en un robot a control remoto, diseñado para
obedecer las putas órdenes de una banda de ladrones hijos de puta que nos
dominan”. Sin ser tan drástico D. Santiago Carrillo convenció a sus camaradas
que si el precio de la Libertad era una bandera, el, por una bandera, no estaba
dispuesto a renunciar a abrir el camino… Es de suponer que lo hizo con cierta
reserva mental...y no poca melancolía…
Lo acaecido en el Camp
Nou es un gesto quizás de mal gusto, de escasa conciencia cívica, de un deteriorado sentido de pertenencia, una
expresión de libertad (en este caso da la impresión que bastante manipulada),
pero a fin de cuentas, no deja de ser, simplemente la sintomatología de las cosas
mal hechas, de miopías permanentes y de ausencia de capacidad de afrontar algo,
que con las torpezas habituales cada vez
se encona más … Y desde luego, con un oportunismo extremo para intentar paliar
tras el ruido, un debate de actualidad, el panorama poselectoral y la aguda
crisis que dicho panorama ha generado en el escenario político.
¿Por cierto, que
hubiera pasado si en vez de la Marcha de los Granaderos hubiera simplemente sonado
el himno de Euzkadi y el de Catalunya, -el de los dos protagonistas-, e himnos
oficiales ambos dentro del conjunto de España?....
Antonio Campos Romay
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