domingo, 23 de agosto de 2015

Sin explicaciones

Cuando fueron destituidos los señores Gómez y Carmona me pareció ver el dedo metálico del señor Rajoy pero no, era el del Secretario de los socialistas españoles. Creo que cualquier español, máxime si es potencial votante del Partido Socialista, tiene derecho a saber las razones que llevaron a medidas tan drásticas y poco usuales en dicho partido, ni siquiera cuando se inventó el mito de don Alfonso Guerra de "el que se mueva no sale en la foto". 

El vocero señor Simancas salió a la palestra para decir que con el señor Gómez se perderían las elecciones, cosa que ha ocurrido con el profesor Gabilondo. Lo malo es cuando un vocero deviene en bocazas, aunque de esta forma haya hecho "méritos" para asegurarse un escaño en el Senado o, a poco que insista, un ministerio en el futuro. ¿Por que no presentó a primarias, el señor Sánchez, al profesor Gabilondo? No le hubieran faltado los avales y el proceso hubiese sido democrático, como lo fue cuando el señor Gómez resultó elegido ante la experta en perder elecciones (dentro y fuera del Partido Socialista) señora Jiménez. El señor Simancas no es un buen seleccionador de candidatos: recordemos a unn tal Tamayo y su compinche...

El señor Gómez había sido un alcalde muy aceptado por sus vecinos, era el Secretario aceptado y querido por los militantes de Madrid y era el portavoz de la minoría socialista en la Asamblea de la Comunidad Autónoma. No era hombre brillante pero, que se sepa, sí honrado y la acusación de que permitió un sobrecoste excesivo en una obra de su municipio es culpa en parte de los legisladores (entre ellos el señor Sánchez) que mantienen una Ley de Contratos del Estado que permite estos desmanes. Si se ha destituido al señor Gómez ¿que hacer con los dos últimos secretarios de los socialistas en Galicia, incursos en casos judiciales? ¿Que hacer con la tropa de alcaldes y concejales que han cometido desafueros con meridiana claridad? ¿Por que no destituye el señor Sánchez al señor Iceta, que hace lo contrario de lo que quieren los socialistas españoles? (conozco el estatuto que tiene el PSC en relación al PSOE).

En cuanto al señor Carmona no hay forma de entender que se presente a un candidato y se le cese sin motivo dos meses después. Ejemplo de villanía han dado sus compañeros concejales, quizá para irse resituando ante futuras ocasiones. Tengo para mí que el señor Carmona es un ingenuo de tomo y lomo, pero ser ingenuo no es malo; destituirlo caprichosamente sí, es una prueba de malos modos, de un centralismo no precisamente democrático, avergonzarlo ante la ciudadanía después de haber sufrido una campaña electoral desfavorable es vil.

Leí hace unos días que el señor Carmona debió haber dimitido como candidato una vez se solidarizó con el señor Gómez. Es una posibilidad, pero hubiese perjudicado al Partido Socialista ante las elecciones inmediatas. Podría haber dimitido ante el pésimo resultado electoral obtenido y esto sí me parece más acertado, pero no lo hizo por las razones que sean y luego se le ha dicho ¡váyase!, sin que los ciudadanos sepamos nada sobre tal decisión. Malos modos, viejas fórmulas más propias de otros partidos. Nada bueno augura a un partido cuyos dirigentes se permiten violar el orden democrático cuando ellos mismos han establecido fórmulas que no admiten -bajo concepto alguno- las que han empleado. No me fío.

Pero tan malo como lo aquí dicho es que ninguna voz de entre los socialistas haya salido para protestar o pedir explicaciones sobre la forma de actuar de su dirección. Parece que tan bueno era lo uno como lo otro, sin sentido crítico alguno. Nunca he sido partidario de la indisciplina en los partidos, pero sí de expresar las ideas propias con lealtad y buenas formas. No se ha hecho y mala cosa. 

L. de Guereñu Polán.

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