Fueron
momentos en que la “Libertad sin ira” era un logro. Un ansia desesperada en un
ambiente crispado con sangre inocente en las calles, pistoleros del
sindicalismo vertical asesinando abogados por ser hombres y mujeres decentes
que su saber legal lo ponían al servicio de los oprimidos. Fascistas
enloquecidos de temor y odio por un edificio que se quebraba. Y con el, un
régimen que creían, como sus Principios Fundamentales, inmutable…. Fieras
heridas no resignadas a morir sin
asestar sus últimos zarpazos a golpe de carga de “grises”, disparos al
aire que “rebotaban” en las paredes asesinando demócratas, ventanas por las que
se “caían” con consecuencias mortales los interrogados, y sótanos infames de la
“político-social”…La misma a la que pertenecía ese canalla torturador, Billy
el Niño, condecorado en democracia e impune, por las calles de Madrid para
oprobio del país.
Cuarenta
años han pasado desde que en la larga
noche de degradación, silencio y conculcación de la libertad y los derechos
humanos en que estaba hundida la vida colectiva, se atisbara un claro con la
muerte del abyecto asesino que en su ocaso, se había convertido en pelele de
los diversos intereses del “bunquer” y su corte de los milagros…Con el anuncio
del fundido de la “Lucecita del Pardo” entre
lagrimones en blanco y negro de Arias Navarro, el “Carnicero de Málaga”,
(paranoico fiscal represor con mas de 4.000 ejecuciones a sus espalda), se
iniciaba a borbotones un tiempo nuevo, que ni los nostálgicos mas cerriles
acertaban a taponar.
Treinta
y siete años van ya de una Ley de Leyes,
nacida en penosa cesárea con permanente riesgo para el neo-nato, con patología
de sables y terrorismo enfermizo, indiscriminado… Y aun así consiguió ver la
luz… Era una libertad con mucha ira contenida...con renuncias a regañadientes y
concesiones afrentosas tras tan larga espera...Pero era lo posible cuando a
casi todos pareciera improbable…Y contra todo pronostico, dio lugar al mas
largo periodo democrático de nuestra poco edificante convivencia civil.
La
Constitución del 78...Hoy cuando tanto se le recrimina desde la desmemoria y la
comodidad de abrir la boca sin riesgo, convendría recordar devolvió
auto-gobiernos históricos aunque al hacerlo consagró también entes
absolutamente artificiales que reclaman revisión…. Habilito derechos y
libertades olvidadas por dos generaciones...Abrió caminos, ni fáciles ni
cómodos...Parió un país distinto que estrenó Europa transitando los Pirineos y
no solo para buscar salarios en Suiza o Alemania... Ni fue tan pura y ejemplar
como nos la pinta la liturgia, esa en la que con tanto énfasis se escudan hoy
las “vocaciones tardías”, las mismas que dieron dos presidentes a este
país, ambos con notable hemeroteca de sus filias
antidemocraticas, (D. José María Aznar y D. Mariano Rajoy), ni tan nefasta como
pretenden algunos de los que a su amparo
crecieron y se desarrollaron … También nos hipotecó con una anómala monarquía
incluida de forma torticera en el equipaje, sin mas legitimidad que el capricho del tirano, y que
muestra un alto grado de corrupción en algunos de miembros más directos.
Simplemente,
como se intentó al alumbrarla, cumplió su papel, para, siguiendo como Alejandro
los consejos de Zeus, cortar el nudo gordiano de una dictadura que pugnaba por
reproducirse. Se hizo merced a una generación de políticos inteligentes y en
muchos casos con gran sentido de estado. Y desde luego con una importantes dosis
de sensatez, generosidad y capacidad de dialogo...Algo, que hoy, con desolación
se echa a faltar en la política, cuando lo que nos ofrecen sus actores para
nuestro estupor, son paseos en globo (innecesario para saber que están en las
nubes), exhibiciones ridículas en un estudio radiofónico “comentando” un
partido de fútbol, volteretas circenses en un todoterreno, canciones con tan
poco acierto como el difunto Chaves en su “Aló presidente”, o presencias en un
escenario almibarado que quiere ser distendido, pero no pasa de grotesco entre
diálogos de besugos con un señorito de la derecha mas casposa de este país.
La
Constitución del 78 cumplió su papel y nos trajo hasta aquí….Con algún que otro
sobresalto y promoviendo una rudimentaria cultura democrática. Treinta siete
años mas tarde es hora de ampliar sus horizontes. De consolidar esa cultura
democrática incipiente y acomodar generaciones distintas. Toca subsanar las
lagunas que intencionadamente hubieron de dejarse en blanco para poder iniciar
el camino. Es ocasión, reconociendo los servicios prestados, -sin cicatería
mezquina e innecesaria-, de abordar realidades distintas que nos permitan
transitar otras cuatro décadas, sin mas tensiones que las indispensables, las
propias de lo cotidiano. En una convivencia armónica de todas las naciones y
territorios que componen un estado plural como el nuestro. Y teniendo por
bandera las urnas, y a través de ellas, devolviendo sin cortapisas, -hoy
felizmente periclitadas-, toda la voz a la ciudadanía. La única legitima y
respetable.
Algo
que solo amedrenta, a los que, como las gentes del bunker en 1978, se
atrincheran desesperadamente, para hacer
de la política oficio y
beneficio.
Antonio Campos Romay
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