Mientras que en las elecciones al
Congreso, el Partido Popular, con un 28% de los votos obtiene 123 escaños y se
queda muy lejos de la mayoría absoluta de los 176 diputados, en el Senado si la
consigue ampliamente con 124 senadores de los 208 a elegir, nada menos que el
60%, lo que le va a permitir poder vetar todas las iniciativas legislativas que
puedan surgir del Congreso de los Diputados, y aunque luego el Congreso pueda
en segunda votación volver a imponer su
criterio, ello supondrá enormes retrasos y dificultades, más aún con un
parlamento muy fraccionado. Además ello será todavía más difícil en
determinadas cuestiones como por ejemplo una hipotética reforma constitucional.
¿Qué ha pasado?
El pasado día 20, tuve la
oportunidad de participar como interventor en una mesa electoral de un barrio
de A Coruña poblado en su mayoría por
familias de clase trabajadora. Llevo muchos procesos electorales participando
como interventor, pero en esta ocasión me llamó particularmente la atención la
votación al senado por lo siguiente:
1.- Electores que votaron para el
Congreso pero no para el senado. Creo que fueron 9 de 449 (un 2%). Cuando el
presidente de la Mesa le preguntó al primero de ellos que lo hizo ¿No vota
usted para el senado? el interpelado respondió “No, no voto porque no sirve
para nada”.
2.- Llegado el escrutinio, los
votos en blanco (sobres vacios o papeletas con todos los nombres sin señalar)
fueron 15 (un 3,3%). Los votos nulos (papeletas con consejos, chistes, bromas
variadas, o cosas peores) fueron 21 (4,6%).
3.- Voto a candidatos, no al
partido. Un número notable de papeletas repartieron sus tres votos entre
candidatos de diversos partidos, e incluso algunos votaron a uno o dos
candidatos solamente, ya fuesen del mismo partido o no.
4.- Mientras los candidatos al
Senado presentados por la derecha se concentraron en el PP y en mucha menor
medida en Ciudadanos, los pertenecientes a formaciones de izquierda,
progresistas o criticas se dispersaron entre PSOE, Podemos, NOS-BNG, y otras
seis candidaturas de menor entidad.
En el mismo local de votación
estaban ubicadas otras ocho mesas electorales sumando en total unos 5.500
electores de los que votaron un 75%.
Pude comprobar que en todas ellas se habían producido situaciones
semejantes, de manera que entre los que dejaron de votar para el senado o lo
hicieron en blanco o votaron nulo deliberadamente, se alcanza el no
despreciable porcentaje del 10%.
Comentado el hecho con los
propios integrantes de la mesa electoral y otros interventores y apoderados
presentes en el escrutinio, se detecta mucha confusión entre el electorado en
relación con este tema. Los medios de comunicación, sus tertulianos, incluso
muchos responsables políticos han transmitido una información también escasa, confusa
o inexacta, porque no es cierto que El Senado no sirva para nada aunque sea
merecedor de una reforma. Los propios partidos políticos, aún sin pretenderlo
han contribuido poderosamente a la degradación de la institución al enviar o
proponer para el Senado a políticos amortizados, en declive, perdedores de
elecciones que es preciso “colocar” para que no estorben antes de su definitiva
jubilación, cuando no a personajes de turbias trayectorias que es preciso
proteger con el aforamiento.
Recién constituidas las cámaras
del Congreso y del Senado, se acaban de anunciar importantes iniciativas
parlamentarias por parte del PSOE, de Podemos y de Ciudadanos. Con
independencia de las propias dificultades que puedan encontrar para ser aprobadas
en un Congreso muy fraccionado, todas ellas habrán de pasar por un Senado en el
que el Partido Popular cuenta con una holgada mayoría absoluta, con la
consiguiente capacidad de veto, temporal sí, pero veto. Lo mismo sucederá con
los presupuestos generales del estado, y de modo exclusivo con muchas de las
cuestiones relativas a la situación en Cataluña. Añádase además que el Senado
elige a:
-
Cuatro de los doce magistrados del Tribunal
Constitucional.
-
Diez de los veinte vocales del Consejo General
del Poder Judicial.
-
El Defensor del Pueblo, conjuntamente con el
Congreso de los Diputados.
-
Seis de los doce consejeros del Tribunal de
Cuentas.
-
Cuatro de los doce miembros del Consejo de
Administración de la Corporación RTVE.
-
Un miembro del Consejo Consultivo de la Agencia
Española de Protección de Datos.
-
Cuatro de los nueve miembros del Observatorio de
la Vida Militar.
-
Un vocal de la Comisión de Transparencia y Buen
Gobierno.
Si ese 10% de votantes del barrio de familias
trabajadoras que decidieron no votar para el Senado, (absteniéndose, votando en
blanco o deliberadamente nulo) lo hubiesen hecho votando a los candidatos que
presentaron para El Senado los mismos partidos que sin embargo votaron para el
Congreso ¿Habría cambiado el resultado? Es muy probable que si, aunque no lo
sabemos con certeza porque el hecho merece un análisis más amplio y documentado.
Pero lo que sí parece claro es que el Partido Popular cuidó más y mejor este
aspecto electoral, y que en lo sucesivo los partidos de izquierda y progresistas
también deben hacerlo, valorando incluso la posibilidad de presentar una
candidatura unitaria para el Senado.
Xesús Mosquera Sueiro / 15 Enero
2016
2 comentarios:
CUANDO POR EXIGENCIA DE LA DERECHA LA CONSTITUCIÓN ESTABLECIÓ EL SENADO, SE PUSO UN INCONVENIENTE PARA LA AGILIDAD LEGISLATIVA. DESDE UNA PERSPECTIVA SOCIALISTA NO TIENE SENTIDO QUE HAYA UNA CÁMARA DE REPRESENTACIÓN TERRITORIAL, PUES NO SON LOS TERRITORIOS LOS QUE DEBEN ESTAR REPRESENTADOS, SINO LAS PERSONAS, CADA UNA DE LAS CUALES PERTENECE A UNA CLASE Y DEFIENDE UNOS INTERESES DISTINTOS. ¿ACASO TENDRÍA SENTIDO QUE SOCIALISTAS DE GALICIA EN EL SENADO VOTASEN CON CONSERVADORES DE GALICIA Y CONTRA SOCIALISTAS DE ANDALUCÍA O CANARIAS? SON LAS IDEOLOGÍAS LAS QUE DEBEN MANDAR. QUE MANDEN LOS TERRITORIOS ES LO QUE QUIEREN MAS, MAREAS Y COMPAÑÍA...
gUEREÑU DIJO: EL ANTERIOR COMENTARIO ES MÍO.
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