A la grave situación económica y
social que sufre el país, hay que añadirle la política. Y no solo por lo que
está sucediendo en el Parlamento y en las calles de Cataluña y porque el
partido en el gobierno de España esté cercado por los casos de corrupción y él
mismo imputado por financiación ilegal, viéndose obligado a depositar una
fianza inicial por importe de un millón doscientos mil euros, sino por el hecho
de haber forzado la repetición de las elecciones generales en España, después
de ni siquiera haber intentado formar gobierno, aún habiéndoselo propuesto El
Rey como partido más votado el pasado 20 de diciembre.
Y no se atrevió a intentar formar
gobierno porque no encontró apoyo alguno por parte de otros partidos para poder
hacerlo. La última encuesta del CIS publicada ayer muestra que ante las
elecciones del 26-J, Rajoy y su PP pierden escaños, a pesar del descarado y
continuo apoyo que vienen recibiendo de las televisiones privadas y otros
medios y de la descarada manipulación a su favor de TVE y de otras
instituciones del Estado. Los resultados de la mencionada encuesta del CIS
ponen de manifiesto que, más allá de la novedad de la coalición entre Podemos e
IU e incluso de un hipotético sorpasso, volverá a haber problemas para formar
gobierno muy parecidos a los que ya tuvimos tras los resultados de diciembre.
La situación en Cataluña es hoy
un problema de estado detrás del cual están los continuados errores del Partido
Popular y de Mariano Rajoy, siendo evidente que la repetición de las elecciones
generales y la continuidad del gobierno en funciones, ha contribuido a agravar
las cosas, retrasando las posibles soluciones y respuestas que un cambio de
gobierno podría haber emprendido. La presión que se viene ejerciendo sobre el
estamento judicial de lo que es un último ejemplo el descarado intento de
sepultar el “caso Blesa” al amparo de la polémica reforma de la Ley de
Enjuiciamiento Criminal, es otro síntoma preocupante.
Ciego ante la realidad que lo
rodea, parece haberse refugiado en el relato propagandístico de la superación
de la crisis, la recuperación económica y el empleo elaborado por su equipo de
imagen. O tal vez sabe bien que todo es mentira y que simplemente necesita
seguir enganchado al poder para evitar que la verdadera y amarga realidad le
estalle incontenible de una vez con toda su crudeza. Lo malo es que su
ofuscación o su ceguera la están pagando y a un altísimo precio las clases
medias y trabajadoras, es decir, la médula del país. ¿Cómo puede pensar que
está en condiciones de recibir el apoyo de otros partidos para repetir como
Presidente del Gobierno? ¿A base de repetir por tierra, mar y aire que o él y
el PP o el caos?
Por muchos apoyos que tengan de
la señora Merkel y “los mercados”, el caos son ellos, Mariano Rajoy y sus
valedores en el PP. lejos de ser la solución de nada, son el problema, el
principal problema.
Xesús Mosquera Sueiro / 10 Junio
de 2016
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