lunes, 11 de julio de 2016

Minería y socialismo


El hermanamiento entre mineros y socialismo viene de lejos: quizá los datos más estudiados estén en las provincias vascas, sobre todo en Vizcaya, desde las últimas décadas del siglo XIX. Las minas de hierro eran trabajadas en unas condiciones de verdadera crueldad y miseria para los oberos, sin seguridad para sus vidas, durante más de doce horas, con salarios bajos y no siempre pagados a tiempo… Están bien documentados los casos de Sestao, Las Carreras y San Salvador, entre otros. 


 
En 1903 ya se constituyó la Federación de Obreros Mineros de Vizcaya, lo que permitió combatir las penosas condiciones de vida de los trabajadores, que han demostrado a lo largo de siglo y medio más solidaridad y capacidad organizativa que los de otros sectores industriales. 
 
Este maridaje entre minería y socialismo se repite en las últimas elecciones legislativas de España (junio de 2016) donde las cuencas mineras leonesa y asturiana han dado muestras del apego al socialismo. No son pocos los municipios donde el Partido Socialista ha sido la fuerza más votada, contrariamente a lo ocurrido en el resto de las provincias citadas. Para el caso de Asturias tenemos Cangas de Narcea, Somiedo, Lena, Quirós, Proaza, Santo Adrián, Ribera de Arriba, Morcín, San Martín, Bírmenes, Laviana y Sobrescobio.
 
En el caso de León están Camponarraya, Arganza, Saucedo, Cubillos, Vega de Espinareda, Fabero, Toreno, Páramo de Sil, Peranzanes, Palacios de Sil, Villablino, Murias, Cabillanes, San Emiliano, La Pola de Gordón, La Robla, Vegacervera, Matallana, Sabero, La Ercina, Prado de la Gazpeña…
 
Bien harían los dirigentes socialistas en atender las demandas de estas poblaciones, apartadas de los grandes centros de desarrollo económico en estos momentos, sometidas a una reconversión brutal que ha venido dada por los nuevos sectores en alza, en detrimento de la minería del carbón, poco rentable debido a la dispersión de las menas y a la falta de inversiones privadas. El Estado debe dar soluciones para los jóvenes y no tan jóvenes cuyos padres y abuelos dejaron sus vidas en esas minas, en esos valles, en esos pueblos soleados y nublados alternativamente, separados por la gran cadena cantábrica pero unidos por un mismo afán productivo. 
 
El Museo de la Minería de Sabero es digno de visitarse y estudiarse; la vieja ruta del ferrocarril minero de La Robla a Bilbao, desde cuyo puerto se exportaba el carbón a gran Bretaña, parece estar en estudio para el aprovechamiento turístico. De Gales venía el mineral de hierro hasta Vizcaya, donde se transformaba para ser exportado o para la construcción de varios tramos de la red ferroviaria española. 

L. de Guereñu Polán. 

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