Es muy loable la intención de
regenerar a la derecha española, es decir al PP, de la que hace gala
Ciudadanos. Acertó al pedir la retirada de Rajoy como candidato, y su relevo
por otro del propio Partido Popular. Pero ante la rotunda negativa, creo que se
equivoca por completo refugiándose en propiciar como mal menor un gobierno de
Rajoy en minoría para lo que pide nada menos que la abstención del PSOE para
posibilitar su investidura.
Claro que a Rajoy le llegaría con
eso, un gobierno apoyado tan solo por los 137 diputados de su partido, pero
consentido por los 85 del PSOE y los 32 del propio Ciudadanos. ¿Que supone eso?
Supone que más allá del control político y la capacidad legislativa del
parlamento, Rajoy y el PP seguirían conservando en plenitud el poder ejecutivo,
que es mucho, y en manos de personas sin escrúpulos como es el caso, una amenaza. No se puede olvidar que el
gobierno, ahora integrado por trece
ministros, nombra decenas de directores generales y secretarios y subsecretarios
de estado, y centenares de asesores, delegados provinciales con sus correspondientes
equipos. Nombra directamente también a los delegados del gobierno en todas las
comunidades autónomas, y a los subdelegados en cada una de las provincias.
El gobierno nombra igualmente a
sus comisiones delegadas, actualmente: Seguridad Nacional, Asuntos Económicos,
Política Autonómica, Política Científica y Tecnológica, Política de
Inmigración, Cambio Climático, Igualdad y Cooperación al Desarrollo. Nombra
también el Presidente del Banco de España, al de la Comisión Nacional del
Mercado de Valores, al Presidente del Consejo Económico y Social, al Defensor
del Pueblo, y a los presidentes y directores de todas las empresas públicas de
carácter estatal, entre ellas Radio Nacional de España y Televisión Española, a
los altos mandos del ejército, a los Directores Generales de la Policía y de la
Guardia Civil, al del CNI, al Fiscal General del Estado, y a través del
Ministerio de Justicia ejerce un alto grado de influencia sobre los órganos del
Poder Judicial. A través de diversos ministerios ejerce poderosa influencia
sobre todos los medios de comunicación y sobre las instituciones financieras.
Claro que desde el parlamento se
podrá ejercer ahora una labor de control inexistente cuando el PP tenía mayoría
absoluta, y que se podrán revocar o transformar leyes y normas injustas. Pero
cierto también que el margen para las dilaciones y el entorpecimiento de los
debates es mucho más amplio de lo que parece y no será fácil modificar
satisfactoriamente las reformas estructurales que el PP impuso por decreto. La
negativa del actual gobierno en funciones a comparecer para dar explicaciones
en el Parlamento, y las “interpretaciones” sobre el sometimiento o no a la
investidura una vez aceptado el encargo de El Rey, son una muestra de cómo se
pueden retorcer las normas y las propias leyes desde el poder ejecutivo.
Creo por ello que Ciudadanos, en
lugar de propiciar un gobierno en minoría de Rajoy, debiera integrarse en un
gobierno de coalición PP-Ciudadanos, con el consiguiente reparto de carteras
ministeriales y funciones en las tareas de administración del Estado, y sobre
todo de compromiso de transparencia rompiendo el actual reducto de poder
absoluto de Mariano Rajoy y del PP. Mientras Rajoy es el continuismo absoluto,
un gobierno de coalición PP/Ciudadanos sí ofrecería dentro y fuera del país una
imagen de cierto cambio y una solidez parlamentaria imprescindible al sumar 169
diputados y una imagen cualitativamente distinta de esa derecha española que
Ciudadanos dice querer regenerar.
Para finalizar una reflexión: Me
pregunto si a Mariano Rajoy le interesa de verdad y le conviene esa supuesta “gran coalición” aunque estuviese
presidida por él, o es solo un gesto de imagen, como también me pregunto si de
verdad le interesaría una coalición con Ciudadanos. Lo que parece que quiere y le interesa de verdad es ese
gobierno en minoría que le permita
controlar y administrar en solitario el poder del estado. Tiene mucho que
ocultar y no está en condiciones de compartir secretos.
Es por ello que, con el concurso
de Ciudadanos, el PP va a seguir acosando por tierra mar y aire al PSOE para
tratar de conseguir su abstención. Para ello está utilizando todo el aparato
mediático que directa o indirectamente controla, y que digámoslo con claridad,
son todos los principales periódicos, cadenas de radio y canales de televisión.
En estas circunstancias tienen mucho mérito y tienen razón Pedro Sánchez y el
PSOE en mantenerse en su negativa a la abstención, y exigir a los partidos de
la derecha española las soluciones que tienen en sus propias manos.
Xesús Mosquera Sueiro / 3 de
Agosto de 2016
No hay comentarios:
Publicar un comentario