jueves, 8 de septiembre de 2016

Una izquierda bisoña

En Galicia no aprendemos; por lo menos una parte importante de la población y sus representantes políticos. Una vez que se han hecho públicos los datos del Centro de Investigaciones Sociológicas sobre las elecciones en Galicia del próximo 25 de septiembre, la mayoría absoluta del Partido Popular que se pronostica se debe, entre otras causas, a una ley electoral que prima a unas provincias en perjuicio de otras: las beneficiadas son las de Lugo y Ourense, aquellas en las que el Partido Popular tiene más votos en términos relativos.

El artículo 11.4 del Estatuto de Autonomía establece que "la circunscripción electoral será, en todo caso, la provincia". Ignoro si esto es así porque hay una ley superior (la Constitución) que lo impone o si el Parlamento de Galicia lo estableció de esta manera en uso de sus atribuciones: si fuese este segundo supuesto el error es mayúsculo, pues la circunscripción única, como cualquir análisis elemental demuestra, es la más justa y la que arroja los resultados más proporcionales. Si fuese por imperativo constitucional (dejo esto a los que más saben) la izquierda ha estado dormida durante muchos años al no exigir una ley electoral que prime la voluntad de los habitantes y no a unos territorios sobre otros.

Como el Partido Popular, cuando ha ganado por mayoría absoluta (casi siempre) lo ha hecho por muy poco, es evidente que aquí está la clave de la cuestión en cuanto a la conformación del Parlamento y el subsiguiente Gobierno. Lo demás son bobadas. 

Que la izquierda está dividida: ya lo sabemos. Que el nacionalismo no sabe por donde se anda: también lo sabemos. Que los populismos han venido en casi toda Europa a emponzoñar la vida política, también. Pero de lo que no cabe duda es de que el 25 de septiembre el PP no tendría mayoría absoluta si no fuese por una ley que le favorece; es decir, juega un partido con unos cuantos goles de ventaja antes de empezar.

Hubo un tiempo en que ciertos partidos políticos se inhibían de participar en las elecciones por considerar que no se daban las condiciones para que el resultado fuese justo. ¿Que pasaría si los partidos de izquierda en Galicia -en vez de estar dormidos- se inhibiesen ante situación tan injusta como la que aquí tenemos? No preconizo que se hiciera, sino que se plantease dicha posiblidad. 

Ahora habrá que esperar un milagro para que el Partido Popular no tenga la mayoría absoluta de la que ya se relame, porque empezar el partido con dos o tres goles de ventaja es para considerar al contrincante bastante bobo.

L. de Guereñu Polán.

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