martes, 4 de octubre de 2016

Tragarse un "pendrive"



Me entero hoy mismo de que un destacado miembro del Partido Popular intentó tragarse un “pendrive” con importantísimas pruebas sobre la comisión de delitos en el caso “Gürtel” al ser detenido por la policía en su propia casa. Asombroso.

Parece que en el Partido Socialista hay quien intenta que los electores nos traguemos no un “pendrive”, sino un misil para dar nuestra aceptación a un gobierno del Partido Popular. ¿Imaginamos al grupo parlamentario socialista votando en el Congreso exactamente lo contrario (o no lo mismo) que en las últimas sesiones de investidura donde el gran capo de la corrupción salió derrotado? ¿Qué habría cambiado para que los electores pudiésemos aceptar una actitud política tan diferente? Aparte el golpe palaciego al peor estilo aristocrático del pasado día 1 de octubre, nada.

El actual Presidente del Gobierno sigue siendo el mismo que ha encubierto la corrupción más extendida de toda la historia democrática reciente, ha llevado a cabo las políticas más antisociales que el Partido Socialista ha combatido, ha mentido a los ciudadanos una y mil veces, ha exculpado a sus subordinados cuando cometieron los delitos por los que ahora están siendo juzgados, él mismo ha percibido dinero de su partido proveniente de “mordidas”, es decir, ilícito, y no ha cotizado al fisco por él… y así se puede continuar hasta el infinito.

¿Y este es al que el grupo parlamentario socialista está pensando en facilitar el gobierno? Es que unas elecciones pueden resultar muy mal para los socialistas, se dice. ¡Pues vaya forma de hacer política, anunciando a los propios electores que la batalla está perdida! En materia de pronósticos electorales –se ha dicho muchas veces- no hay nada escrito. En primer lugar el reparto de escaños puede variar en función de la participación, que en el caso de elecciones el 18 de diciembre próximo, sería baja. En segundo lugar, si el Partido Socialista perdiese escaños –ya que no ha podido formar gobierno- ¿que más da diez arriba o abajo si de hacer oposición se trata? Si alcaldes como el de Vigo no se niegan a participar en las campañas electorales, como ha ocurrido con las recientes al Parlamento de Galicia, no tendría el Partido Socialista por que perder escaños; otra cosa es que la militancia dividida –los que la han dividido- se inhiba y no participe en la captura de votos… Fíjense la mala conciencia de los que han urdido el golpe que suponen han sumido al Partido Socialista en otra derrota peor.

“El Partido Popular subiría en número de escaños”, se escucha. ¿Y con que base se dice esto? ¿Por qué habría de subir una y otra vez el partido de la corrupción? ¿No sería más lógico que bajase o se estancase? Vuelvo a insistir que no hay nada escrito. Y si el Partido Popular aumentase sus escaños y fuese capaz de formar gobierno con el apoyo del señor Rivera, pues ya hay gobierno, ya no tiene el Partido Socialista el problema que se le ha echado encima, ya está en la oposición, que es donde le quieren ver algunos (no todos) los del golpe palaciego. A no se que ver al Partido Socialista en la oposición solo fuese querido por estos si al frente estaba el señor Sánchez, cambiando su posición si a la cabeza está otro. Desatino tras desatino.

Por lo que ha trascendido del Comité Federal socialista del día 1 de octubre pasado (me alegro de no tener más información) deduzco que aquello debió de ser una gamberrada de las que hacen época. Pero también sé que una gamberrada de unos pocos, no de todos, como ocurre siempre, mientras que la gran madrina andaluza quedaba agazapada mientras otros le iban consultando los nombres más idóneos para una Comisión Gestora que ahora dirige al Partido Socialista y a la que deseo la mejor suerte. Le deseo también que nadie la traicione, que en su seno no haya conspiradores, que desde fuera ningún dirigente periclitado dé la señal de alarma para cargársela y así seguir la espiral de estupidez en la que el PSOE está sumido.

L. de Guereñu Polán.


No hay comentarios: